En síntesis, ¿por qué NO a esta Constitución?
«Porque consagra el mercado capitalista en Europa; porque es una Constitución militarista y patriarcal; porque no es solidaria al construir una Europa fortaleza frente a los movimientos migratorios; porque no es democrática ya que el Banco Central Europeo está por encima del Parlamento y de los Gobiernos de cada país…»

¿Quiénes forman la Coordinadora?
«Toda la gente que está por el NO a este tratado desde las posiciones antes dichas. Los primeros pasos se dieron en diciembre de 2003 en Madrid; entonces el proyecto estaba aún perfilándose y con la posibilidad de que coincidiese el referéndum con las elecciones europeas (junio de 2004). No fue así; se retrasó. De ahí que ya en los primeros meses del año pasado se fueran creando las primeras plataformas contra este proyecto. Después, una vez aprobado el proyecto, se dio una removilización de todas estas plataformas en Cataluña, Madrid, País Valenciano, Andalucía, Cantabria, Galicia, Asturias… Prácticamente, en todos los territorios. Esas plataformas integran acciones locales».

El Gobierno central del PSOE va a lanzar una gran campaña por el SÍ.
«Lo sabemos, por eso esta Coordinadora se rige por la suma, para que toda la gente que sienta el NO forme parte de ella. La gran mayoría de organizaciones de izquierda de este país están por el No. Por supuesto, Izquierda Unida también. Se necesita un debate democrático para que la gente sepa lo que vota. El Gobierno, lejos de mantener el papel neutral que le correspondería, se volcará a favor de la Constitución, lo cual altera el carácter democrático de un proceso de consulta popular. Van a utilizar todos los medios para defender el Sí, van a negar la ‘pan y la sal’ para que las organizaciones sociales puedan defender el No».

¿Qué opinas del Sí crítico de parte de la izquierda, que dicen que el NO lo defiende la extrema derecha?
«Cuando es tan escueto como el SÍ o el NO, pueden darse coincidencias de ese tipo. Pero son coincidencias sobre la respuesta, no sobre el fondo. Su NO no es el nuestro. O, por ejemplo, el PP aglutina en su seno a la vieja derecha franquista y sectores de la extrema derecha y su posición es votar el Sí. ¿Diríamos, entonces, que estos votos del Sí le da un carácter fascista a esta opción? Desde luego, nosotros no lo diremos. Nuestro NO es de izquierdas, un NO sustentado en los contenidos: no es democrática, no es social, no es solidaria. Es decir, elementos antagónicos a la extrema derecha».

Complejidad en el articulado de la Constitución y desconocimiento de la ciudadanía juegan a favor del Sí.
«Es cierto, por eso queremos que se garantice la información más amplia desde el Sí y el No. Es verdad que es fácil confundir a la gente porque algunos artículos tienen buenos propósitos generales, que podríamos suscribir, pero que luego son negados por otros articulados más detallados. Eso convierte la lectura en un ejercicio complejo. Queremos el debate abierto. Nosotros hemos diseñado la campaña del NO de forma pedagógica, destacando los elementos nodales de por qué estamos en contra».

Zapatero, si no hay cambio de fecha, se reunirá en Barcelona con Chirac -presidente francés- y Schroeder -canciller alemán- días antes del referéndum. ¿Cómo condiciona este encuentro la campaña por el No?
«Primero, no es casualidad que se celebre en Barcelona porque en Cataluña hay fuertes posiciones por el NO. Segundo, creo que no nos va a perjudicar. Es evidente la intención de Zapatero: presentar la cara europea de aquellos gobiernos que se posicionaron contra la guerra en Iraq. Con ese mensaje jugará. Pero, que no olviden que también los gobiernos de Inglaterra, Italia y Polonia, por ejemplo, son firmantes del tratado y tienen tropas en Iraq. Que quede claro, este tratado no representa la Europa de la paz. Al contrario, recoge artículos para crear agencias militaristas, un futuro ejército europeo vinculando a la OTAN y, por tanto, a las aventuras imperialistas ya sean de Estados Unidos o de los propios países europeos recordando su pasado colonial. La paz la garantizan los pueblos movilizándose. O, digamos, por qué este tratado no recoge una actitud clara contra la guerra».

¿Qué es el ‘proceso Barcelona’?
«Hay ya prácticas dentro de la UE, gobiernos, empresas multinacionales- que son políticas de ajuste estructural marcadas por el FMI o el BM: condicionar las ayudas a los países en desarrollo a cambio de aplicar políticas neoliberales: privatizaciones, flexibilización, libertad para las multinacionales. Eso ha llevado a la recolonización, ahora económica, de los países del norte de Africa, en colaboración con los propios gobiernos del Magreb. Buscan la dominación económica a través del capital europeo tanto estatal como privado. Eso explica la reunión del 29 de noviembre de 2005 para relanzar el ‘proceso de Barcelona’, que es una versión ALCA hacia el sur del Mediterráneo».

¿Es en la parte económica donde más razones hay para el NO?
«Esta Constitución quiere legalizar la orientación monetarista de la UE, lo cual les permitirá anular a todas las constituciones estatales con artículos en defensa de lo público. Se legaliza la privatización de los servicios públicos. La sanidad o la educación, por ejemplo, será un negocio; niega los derechos sociales, a pesar del enunciado genérico que contiene. Niega el estado de bienestar; niega el derecho al trabajo digno; no reconoce a los millones de inmigrantes que viven en Europa».