EL EXTRAÑO
Título original: L’ÉQUIPIER.
Director: Philippe Lioret
Productor: Christophe Rossignon
Guionistas: Philippe Lioret, Emmanuel Courcol, Christian Sinniger
País, año de producción: Francia. 2004
Reparto: Sandrine Bonnaire, Philippe Torreton, Grégori Dérangère, Émilie Dequenne.
Distribución: Vértigo Films
Fecha de estreno: 3 agosto 2007

Un extraño llega a un rincón apartado del mundo en la Bretaña francesa, la isla de Ouessant, para emplearse en un faro que emerge imponente y temerario en mitad del océano, La Jument, «La yegua». La expresión de Antoine es dulce, quizá melancólica; pronto descubrirán los habitantes del lugar que esconde una tristeza incurable por algo que él oculta en lo más profundo de su corazón. Ha llegado hasta allí en busca del lugar más apartado de la sociedad; su compromiso con ella le arrastró por dolorosos derroteros que nunca podrá olvidar. En su destino La Jument opera bajo significados múltiples: vientre materno en el que refugiarse de un pasado que le atormenta, cárcel de Alcatraz aislada del mundo y sometida a los embates de gigantescas olas, claustro de encuentro con un hombre con quien comparte más de lo que podía imaginar, faro que ilumina su alma y le lleva a tomar decisiones difíciles e inaplazables…

El filme tiene una estructura, como puede verse, intergenérica; en concreto, nos lleva fácilmente a los territorios del western: el extranjero que llega al poblado perdido en tierras lejanas huyendo de su pasado y encuentra el rechazo de los lugareños hasta que comienza a hacerse aceptar por ellos, conoce a alguien que le remueve sus cimientos emocionales y finalmente, tras un ejercicio de imprescindible catarsis, asume su destino. En diversos niveles desarrolla una historia de amor, imposible, como todas las historias de amor bellas, en un marco escénico cuyo esplendor y grandiosidad compensan sobradamente el pago de una entrada. La furia desatada de las olas que envuelven a la estilizada figura del solitario pero impertérrito faro visualizan metafóricamente las convulsiones en las que se encuentra sumido Antoine; una metáfora que se extiende y acomoda con los momentos de calma, de deslumbrante cielo azul, de gozo de los sentidos que también vive el protagonista con una expresión de discreción a prueba de cualquier agente externo, amigo o enemigo. Pacífico, introvertido, amable y apesadumbrado, Antoine atrae simpatías y antipatías como un pararrayos, nadie se muestra indiferente ante él, es la novedad en el pueblo que sacude conciencias y provoca sentimientos largo tiempo aletargados… que él contempla intentando permanecer ajeno, sin por supuesto conseguirlo.

Grégori Dérangère consigue crear la hondura y complejidad de su personaje con silencios, miradas y contención gestual. Exactamente igual que Sandrine Bonnaire, con quien establece el prodigio químico de la comunicación epidérmica tan gozosa para el espectador. Philippe Torreton y Emilie Dequenne, unos centímetros más atrás del primer plano, mantienen ese excelente nivel de interpretación que conocemos en el cine francés.

RECOMENDACIONES

JINDABYNE, de Ray Lawrence. Misteriosa y estremecedora adaptación de un relato de Raymond Carver, por el director de la inolvidable «Lantana».

CAÓTICA ANA, de Julio Medem. Homenaje a una hermana fallecida trágicamente, Medem con todas sus señas de identidad a flor de piel. Para dejarse fascinar o aburrirse como una ostra.

28 SEMANAS DESPUÉS, de Juan Carlos Fresnadillo. El más prometedor de nuestros jóvenes directores demuestra su talento en esta producción británica, un relato aterrador conducido con mano firme.