Leer el libro de Alfredo Grimaldos «Zaplana. El brazo incorrupto del PP» (Editorial Foca) supone un viaje al latrocinio, la corrupción y el saqueo del dinero público en beneficio de un grupo de amiguetes liderados por el que fuera presidente de la Comunidad Valenciana, ministro de Trabajo y hoy portavoz del Partido Popular.

La secuencia de corrupciones es impresionante.

Una Ciudad de las Artes y las Ciencias en Valencia que ya va por un coste de 1.000 millones de euros, y sólo el arquitecto Santiago «Calatrava y su gente han ingresado ya, en honorarios, 12.000 millones de pesetas». Las maniobras para controlar los medios de comunicación de su comunidad promoviendo que empresas concesionarias de servicios se vean obligadas a invertir y tomar el control de periódicos y empresas de comunicación. La presencia absoluta del presidente de la Comunidad de Valencia en los informativos autonómicos, contabilizando treinta apariciones en un solo día. Articulistas y opinadores que cobran 600 euros por cada minuto de intervención. Y así es como consigue pasar de un déficit de 200 millones de pesetas que tenía la cadena a su llegada a la presidencia a un gasto de 18.000 millones, entre subvenciones y ampliaciones de capital, sólo en 1999. Y como los valencianos se hartan y se emigran a la cadena pública catalana TV-3, Zaplana inicia una ofensiva para clausurar todos sus repetidores en la Comunidad Valenciana.

Más anécdotas. En París, donde se desplazó en avión privado, «la visita del presidente incluye una estancia de tres horas en el parisino Hotel Ritz -probablemente una siesta-, por la que paga el módico precio de 150.000 pesetas». Una obsesión por la imagen que le llevó a ordenar a su llegada al Ministerio de Trabajo que «le montaran, cerca de su despacho oficial, un gimnasio completo, con yacuzzi incluido, y casi se desmorona el edificio». En mayo de 2000, «Zaplana contrata oficialmente para la Generalitat, a Miguel Maeso, preparador físico y amigo suyo. Hace que lo nombren, por libre designación, técnico de programas de deporte de elite, por lo que recibe una retribución anual próxima a los seis millones de pesetas (…). Su labor exclusiva: mantener en forma al presidente de la Generalitat. Le acompaña incluso en sus viajes oficiales».

Pero el gran fiasco de su presidencia, «la cueva de Alí Baba» como le llama Grimaldos, será el parque temático Terra Mítica. Los pelotazos comienzan con su amigo Eliseo Quintanilla, quien compra unos terrenos en la provincia de Alicante por ocho millones de pesetas, precisamente los que luego son seleccionados para construir el parque y que el empresario venderá por 1.500 millones de pesetas. Otras dos empresas inmobiliarias comienzan a adquirir terrenos rústicos en los alrededores del parque. En la primera de ella encontramos de consejeras delegadas a la esposa de Zaplana y a la madre de ella. La segunda es propiedad del hermano de la suegra del presidente de la Generalitat. La compra fue acompañada de su correspondiente propuesta de reclasificación de terrenos rústicos a urbanizables. Y más coincidencias todavía. Otros terrenos de Terra Mítica se asientan en una zona de «especial protección forestal» que, casualmente, se incendia sin motivo aparente en 1992. El alcalde Eduardo Zaplana nunca repoblará ni rehabilitará ese pulmón verde que terminará siendo hormigón para el parque temático.

Lo que comenzó prometiéndose como un plan que no iba a costar ni una peseta a los valencianos, en 2003 acumulaba pérdidas cercanas a los 200 millones de euros, y en 2004 se produce la suspensión de pagos. Su coste andaba por los 60.000 millones de pesetas y ya en 1999 el tribunal de cuentas valenciano advertía no se sabía el destino de 156 millones. El escándalo es absoluto. La policía descubre que «al menos una decena de firmas que han cobrado del parque son empresas fantasma» y el fraude fiscal se contabiliza en 1’7 millones de euros.

Otro de los escándalos son los contratos de Julio Iglesias, reclutado como embajador de los productos valencianos en el mundo. Según Grimaldos, la Generalitat firma con el cantante un contrato de 375 millones de pesetas, pero también otro clandestino que sube las ganancias a casi mil millones de pesetas. Todo ello aderezado de paraísos fiscales, facturas falsas y hasta un convite previo a un concierto por valor de 87.450 dólares pagado con tarjeta American Express de la Generalitat en un hotel de Estados Unidos. Y mucho más, como el pago de 120.000 dólares del Instituto Valenciano para la Exportación para el aerotaxi que utiliza Julio Iglesias para ir desde Miami a Tokio. A todo ello añadir las inversiones inmobiliarias del cantante en la costa mediterránea.

Y cuando Zaplana llega al ministerio de Trabajo continúa la fiesta, tal y como sigue documentándolo Grimaldos en su libro. «A lo largo de sus dos años escasos de mandato en ese departamento, Zaplana gasta 150.000 euros en viajes en aviones privados». Hasta destinó 55.000 euros para enviar a amigos, colaboradores y parientes cuatro toneladas de turrón. En menos de dos años, gastó 183.000 euros en protocolo, muchos de los regalos son lujosas joyas que ni siquiera Hacienda sabe a quien se destinaron.

Sus campañas de autobombo han sido históricas, basta recordar los 7.207.000 euros gastados en la campaña publicitaria sobre el aumento de las pensiones. Casualmente a la empresa que preside en España Miguel Angel Rodríguez, ex portavoz del Gobierno Aznar. «Las adjudicaciones en contratos de publicidad a lo largo de los dos años escasos de mandato de Zaplana ascienden a más de 63 millones de euros».

Y todo esto, y mucho más, es lo que el magnífico y exhaustivo trabajo de Alfredo Grimaldos saca a la luz en este libro. Cuando uno termina de leer esta obra, lo más grave no es la opinión que uno se crea de Eduardo Zaplana, sino la sensación de estúpido que tendrás cada día cuando todas las mañanas te levantes a trabajar para un sistema que convive con ese hedor político. Grimaldos ya ha cumplido su misión sacando a la luz todo esto, ahora nos queda al resto de los ciudadanos rebelarnos y limpiar toda esa mugre.

Alfredo Grimaldos. «Zaplana. El brazo incorrupto del PP». Editorial Foca. Madrid http://www.foca.es

http://www.pascualserrano.net