Aún no me he repuesto del impacto que las imágenes finales de «Redacted» me han causado y me viene a la mente la indignación cuando recuerdo los comentarios de algunos críticos bienpensantes que reprochaban a Brian de Palma su irrefrenable inclinación al sensacionalismo, supuestamente reflejada en este filme, que yo considero un soberbio ejemplo de cine-denuncia; política y moral, pues la denuncia no puede ser lo primero si no implica también lo segundo.

El puñetazo en el estómago del espectador pretende despertarle de la atonía e indefensión frente a las manipulaciones informativas que convierten las atrocidades cometidas en tiempo de guerra en «cosas que pasan» o inevitables «daños colaterales» rápidamente sumidos en el olvido de la conciencia colectiva.

La insuperable repugnancia moral ante algunos de esos acontecimientos que los poderes políticos, militares y mediáticos intentan esquinar y la rebeldía frente a esas pretensiones le llevó al director de «Atrapado por su pasado» a imaginar casi una versión actualizada de su «Corazones de hierro» (1989). Entre la guerra de Vietnam y la de Iraq la sociedad norteamericana parece haber olvidado algunas lecciones que «Redacted» quiere a toda costa recuperar con argumentos similares.

Durante la guerra de Iraq, varios miembros de una brigada violaron a una niña de 14 años, mataron a su familia, le pegaron un tiro a la niña en la cara, y finalmente prendieron fuego a su cuerpo. Con imágenes que combinan las texturas propias de los diferentes soportes que actualmente nutren al mundo de información no controlada (en foros de soldados internautas, videos domésticos de soldados de guerra, páginas web, y todo tipo de material colgado en «Youtube») además de una serie de fotografías auténticas, testimonio del espanto, Brian de Palma reconstruye esos hechos en un puzzle que derriba mentiras oficiales y clama al Universo contra la ignominia.

Un estupendo programa doble (de los de antes, para degustar en un coloquio posterior, como solía hacerse en los viejos cine-clubes) se puede articular con «Muerte de un presidente», del británico Gabriel Range, a quien también persiguió la polémica en Estados Unidos, con un falso documental que narra el hipotético asesinato del presidente George W. Bush. De nuevo el mal gusto, el sensacionalismo y la falta de ética se esgrimen para sofocar el lúcido análisis y la severa crítica de la manipulación informativa que alientan este prodigioso ejercicio de recreación ficcional de una historia cuya apariencia de realidad compite con cualquier noticiario televisivo.

«Muerte de un presidente» comparte con «Redacted» la evocación directa de las previsibles consecuencias que ha generado la absurda política, tanto interior como exterior, llevada a cabo por la Casa Blanca a raíz del atentado de las torres gemelas. Colecta testimonios de políticos, como el propio presidente norteamericano y otros muchos, extraídos con insuperable habilidad de sus contextos originales y los combina con secuencias rodadas con actores y decenas de extras, para articular un discurso político que subvierte el gran discurso informativo de los medios en mayor o menor medida afines al poder.

Ambas películas componen un díptico -involuntariamente- en el que se complementan en muy distintos planos: De Palma recrea con actores los materiales de extracción más primaria (arriba mencionados: blogs de Internet, cámaras domésticas, etc) elaborados por los destinatarios de la información «oficial» para cubrir el vacío informativo de los medios de comunicación ante un suceso realmente acontecido. Gabriel Range, por su parte, manipula fragmentos de esa información «oficial» (noticiarios televisivos, básicamente) e inventa con actores un suceso no ocurrido para revelar los mecanismos de control de esos medios.

Un rico diálogo a dos voces sobre la permeabilidad a la mentira y a la manipulación de los medios de comunicación por parte del gobierno norteamericano (y a la postre, del poder en abstracto) en dos cintas de ficción perfectamente camufladas bajo una apariencia de documental hiper-realista.

RECOMENDACIONES
DESEO, PELIGRO, de Ang Lee. Regreso impresionante a China del director de «Brokeback Mountain». El «amour fou» en pugna con los designios de la razón entre una joven revolucionaria y el dirigente político a quien debe asesinar. Imprescindible.
REC, de Jaume Balagueró y Paco Plaza. Terror moderno que no ofende la inteligencia del espectador. Relato vibrante, verosímil y estremecedor.
BEOWULF, de Robert Zemeckis. El último grito en animación con estética de cómic, una gozada para la vista y un cuento de vikingos no precisamente infantil. También puede verse en 3 dimensiones.
LA TORRE DE SUSO, de Tom Fernández. Estupenda ópera prima; con los paisajes y paisanajes asturianos de fondo, humor, auto-ironía y sentimentalismo en dosis equilibradas.