En las últimas semanas el conflicto que arrastraba EUPV desde el mes de agosto se ha convertido abiertamente en un factor de crisis en IU, en punta de iceberg de una crisis que con más o menos visibilidad amenaza con recorrer y hacerse notar en el escenario electoral.

Tras meses de confusión y ambigüedad en los que el equipo federal negaba en la práctica el apoyo a la dirección de EUPV frente a las agresiones de la minoría crítica, finalmente tenían que aclararse las opciones, la proximidad de las elecciones obligaba a retirar las máscaras y abandonar las ceremonias de la confusión. Con la decisión de la Presidencia del 18 de diciembre la mayoría de la dirección federal interviene abierta e interesadamente mediante la convocatoria ilegítima y conflictiva de unas primarias para rehacer las listas electorales de EUPV, situando a la minoría en las posiciones de cabecera y entregando así la dirección del proceso electoral a IPV.

La democracia, el primer problema
Con las decisiones de la Presidencia del 18D Gaspar Llamazares y su equipo dejan claro que no van a respetar ni estatutos, ni legalidades, y que actuarán sin contemplaciones para mantener su control exclusivo y excluyente sobre la totalidad de IU; es lo primero que podemos constatar. Comportándose como si el resultado de las primarias hubiera convertido a IU en un partido convencional, con un «césar» en lugar de un «coordinador», centralización en lugar de federalidad, y sin garantías estatutarias, olvidando voluntariamente lo esencial en un movimiento político y social como pretende ser IU: la democracia interna.
El colmo es recordar las palabras con que Gaspar Llamazares iniciaba su intervención de presentación de su candidatura para las primarias de IU en el pleno del último CPF el pasado 6 de octubre ante los medios de comunicación: «Quiero destacar en primer lugar mi respeto por Marga Sanz y por su organización.» ¿Dónde está el respeto por EUPV? ¿Es ese el trato que Gaspar promete para las minorías? ¿Acaso las primarias otorgaban al vencedor «poderes de excepción» para hacer y deshacer a su antojo por encima de asambleas, estatutos, políticas y direcciones también elegidas? ¿Todo ese «poder» nace de ganar unas primarias con el 38% de participación?
Yo no concibo igual la democracia que Gaspar y su equipo. Me parece que tienen una idea fraudulenta de la democracia, instrumental y corta. En otra época la calificaríamos de estalinista.
Estoy convencido que si él hubiera explicado en la fugaz campaña de primarias, en las que no hubo apenas debate político, cuáles eran sus intenciones y proyectos reales, no hubiera recibido los apoyos que encontró. Hay que mentir o engañar, incluso en la democracia postal, para torcer tanto la voluntad de las gentes.

La punta del iceberg
La segunda convicción que tengo es que ahora estamos ante la punta de un iceberg y que sólo vemos un 10% de las diferencias políticas realmente existentes. Creo que no es ésta sólo una crisis por democracia interna, por el respeto a los estatutos y al principio de federalidad. Cualquier conflicto de democracia interna encierra otro conflicto político, o diferencias políticas que no han sido resueltas por medios pacíficos.
No se ha hecho un debate clarificador que sitúe acuerdos y diferencias; correspondía realizarlo a la asamblea que debería haber tenido lugar en diciembre, pero podemos dibujar un perfil de dónde se sitúan esas diferencias. En mi opinión la relación con el PSOE ocupa un lugar central. También la prioridad por participar institucionalmente y en los gobiernos sería otro de los factores de las controversias y delimitaciones, y en el papel y alcance de las alianzas políticas para conseguirlo. Sin embargo no creo que el problema esté en cuánto de «verdes» o sensibles a la crisis ecológica somos, eso es únicamente marketing.
Acabo estas líneas señalando que creo que estamos ante la metamorfosis de IU. No creo que podamos volver a un pasado original que yo también reclamo. Pero tampoco creo que esté determinado en qué se va a transformar este proyecto. Creo que depende en buena parte de nosotros, confío en nuestra responsabilidad militante, en el rechazo a las jerarquías que habita en todo corazón de izquierdas, en que IU es mucho más que su dirección.

* Miembro del Consejo Político Federal de IU y CP de Esquerra Unida del Pais Valencià