La exposición inaugurada el pasado 28 de diciembre en Rivas-Vaciamadrid permanecerá en el Centro Cultural Federico García Lorca hasta el próximo 10 de enero antes de comenzar su recorrido por todo el país. Esta exposición organizada por la Fundación de Investigaciones Marxistas, ha tenido por objeto visualizar la experiencia penitenciaria femenina de las primeras décadas de la dictadura franquista.
«Presas de Franco» recorre a lo largo de 43 paneles, divididos en siete grandes ejes, la historia del «universo penitenciario femenino», tanto dentro de los muros como fuera de ellos. La exposición, acompañada de un catálogo que en breve verá la luz, ha reunido cerca de doscientas fotografías y documentos, procedentes de más de una veintena de archivos públicos y de entidades privadas, a lo que se ha sumado material cedido por las propias represaliadas.
En ningún momento antes, desde el fin de la dictadura, una exposición había dado cuenta de este espacio de represión -como uno de los pilares básicos del modelo de represión franquista- recogiendo la mayor parte de los centros penitenciarios del país. Pensada como un recorrido temático y cronológico desde antes de la II República, pasando por las reformas republicanas promovidas por Victoria Kent, para detenerse en los centros de reclusión femeninos más importantes -Ventas, Les Corts, Saturrarán…- durante la época del terror franquista en los cuarenta y mediados de los cincuenta, también da cuenta de las características singularizadoras que diferenciaron la experiencia carcelaria femenina de la masculina: desde los niños en prisión hasta las cárceles especiales de prostitutas.
Recorrido que finaliza con varios paneles dedicados tanto a la memoria viva o transmitida de las presas políticas como a la distintas formas de resistencia en los intramuros de las prisiones. Asimismo ha de destacarse como el visitante a la exposición no sólo podrá visualizar documentales monográficos sobre la cuestión, sino también escuchar los propios testimonios de las «Presas de Franco» narrando su particular viviencia.
Historia y memoria de la primera generación de «presas políticas del franquismo»
Mujeres como Tomasa Cuevas, Manolita del Arco, Juana Doña, Nieves Torres, María Salvo, Trinidad Gallego, Soledad Real, Carmen Rodríguez, Leonor Estévez, Mari Carmen Cuesta, Carlota O’Neill, Concha Carretero, Maruja Borrell, Matilde Landa, Ángeles García-Madrid, Josefina Amalia Villa y otras muchas componen una generación -la de la II República y la Guerra Civil- cuya memoria e historia tan sólo en fechas recientes ha comenzado a adquirir la relevancia que merecen.
Si hoy podemos hablar del «fracaso histórico del franquismo», no es ni por las «reconversiones democráticas» de ciertos «intelectuales» del régimen, ni por las propias evoluciones internas de los clanes de poder de la dictadura, ni por olas democratizadoras a nivel internacional en los setenta, como mantienen ciertas visiones elitistas del pasado. Los verdaderos protagonistas que nos ayudan a explicar este fracaso son mucho menos conocidos, y sus nombres no suelen figurar en calles, plazas o parques.
Nos referimos a la militancia antifranquista de base y, muy en particular, a las presas políticas de las dos primeras décadas de vida del régimen. Mujeres formadas e iniciadas en la política al calor de las reformas republicanas, que vieron castigada su osadía -la de desafiar al fascismo pero también a una sociedad patriarcal de raíces seculares- con largas penas de cárcel e incluso con la muerte.
Esta generación fue doblemente reprimidas: como rojas y como mujeres. Otra cosa no podían esperar de una dictadura de carácter totalitario que se alimentaba además de un arcaico poso patriarcal y misógino: el que imponía un modelo de mujer-esposa-madre recluida en el hogar, marginada del mundo de lo público, sometida a las autoridades masculinas.
Que esa experiencia histórica de las rojas en prisión, de aquella primera generación condenada por «delitos de guerra y posguerra», haya quedado durante tanto tiempo velada y subsumida bajo la de sus compañeros varones, algo más conocida, se explica por ese mismo sesgo patriarcal que, en su transversalidad, no conoce clases ni ideologías.
El objetivo ha sido el de reconstruir un periodo de nuestra historia contemporánea marcado por la política de exterminio del franquismo -como eje fundamental para su legitimación y supervivencia- tanto durante la Guerra Civil como durante la dictadura. La voz, el testimonio, la memoria de los «excluidos» y «excluidas» de las «grandes historias» encuentran en esta exposición un lugar central, a la espera de que los mismos se incorporen definitivamente en los relatos históricos sobre nuestro pasado común, aún hoy demasiado presente. En juego está la construcción de una memoria democrática y social, siempre necesitada de nuevos aportes, de nuevas miradas.
Colaboran:>/b> Foro por la Memoria, Unidad Cívica por la República, Archivo Histórico del PCE, Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid, Club de Amigos de la UNESCO de Madrid.
Más información: http://www.fim.org.es y http://www.presasdefranco.org
presasdefranco@fim.org.es
* Comisarios Exposición itinerante: «Presas de Franco»