1. Una alternativa de izquierdas y por tanto transformadora debe situar en primer lugar las respuestas y las alternativas al neoliberalismo, que es hoy la forma de expresarse el capitalismo globalizado. Y es una respuesta en todos los ámbitos, el económico, el social, el cultural, desde una apuesta racional por la sostenibilidad. IU tiene ese reto por delante.

Porque se trata de levantar la Alternativa -como venimos diciendo los y las comunistas, y muchas gentes con las que compartimos la ilusión por esta organización- de poner en pie otro Gobierno, otro Estado y otra Sociedad. La alternativa de Gobierno pasa por otras políticas y otras prioridades en función de los intereses de las mayorías, la alternativa de Estado, que debe concretar la concepción federal, plurinacional, solidaria, municipalista y republicana del Estado español -en la que siempre IU debe aparecer como garante de que cualquier ciudadano y ciudadana deberá gozar de los mismos derechos independientemente del territorio donde viva- y su apuesta por la democracia más radical y participativa, y por último, la alternativa de Sociedad, que para nosotros es el Socialismo y debemos decirlo con claridad. Eso comporta hacer del trabajo, de la economía, el centro neurálgico de actuación, junto con el desarrollo de los Derechos Humanos: me refiero a la sociedad de pleno empleo, de calidad y seguro, al salario digno, al desarrollo sostenible, a los servicios públicos -gestionados desde lo público- gratuitos, universales y de calidad, a la plena protección social, al reparto del trabajo, al acceso a la vivienda como derecho reconocido en la constitución… pero también son derechos humanos el derecho al Paz, cuando la guerra es instrumento de sometimiento habitual del imperialismo, o el derecho a la vida de muchos pueblos, que en la era de los grandes adelantos científicos y tecnológicos, mueren de hambre, de enfermedades por la esa guía sin escrúpulos que significa las máximas ganancias y la depredación con la que actúan las grandes multinacionales.

Estos rasgos, que marcan un perfil propio, en nuestro entorno significa combatir a la derecha extrema encarnada por el PP y las políticas de derechas, que son la esencia de la política económica y social del Gobierno del PSOE. Es el camino que otras organizaciones de alternativas de izquierda en Europa han emprendido y empiezan a tener éxitos importantes, en Chipre, Alemania, Italia, Grecia, Portugal etc… donde, sin duda, el PIE está sirviendo para impulsar dicho relanzamiento.

2. U debe dirigirse a todas las personas que hay se ven afectadas por las políticas neoliberales en todas sus manifestaciones: culturales, sociales y políticas. Y representarlas con claridad, especialmente a aquellas clases y capas o sectores sociales que sufren en mayor medida las políticas desreguladoras y antisociales: la clase obrera, las mujeres, los y las jóvenes y la inmigración. Pero tan importante como ello, es la participación de IU, de su afiliación en los movimientos y organizaciones sociales para posibilitar la reconstucción del tejido social alternativo, que es la base de la movilización social, sin la cual una organización como la nuestra está condenada a desaparecer.

3. IU tiene unos principios fundacionales, en lo organizativo, que son plenamente vigentes. Hay que creérselos y aplicarlos. La democracia interna, que debe abrir la participación y el debate a las bases de la organización tengan o no carnet, hacerla más horizontal, el sentido de la federalidad que significa un compromiso solidario de autogobierno en lo interno y que excluye en carácter confederal de la organización o la mera coordinación de federaciones, el de pluralidad que es base para la expresión de cuantas sensibilidades se dan cita en esta organización, y la elaboración colectiva programática, que nos vincula a la sociedad a través de las áreas -grandes olvidadas- , que hay que volver a retomar. Por último, resaltar la necesidad de vincular la actuación de nuestros cargos públicos a la organización en todos los niveles institucionales: ayuntamientos, diputaciones, parlamento autonómicos, Congreso, Senado etc.. así como a la movilización social.
Estoy convencida que es posible el relanzamiento de IU, desde un debate claro, desde la corresponsabilidad.

Sobretodo, es la hora de dar la palabra a las bases.

Marga Sanz, Secretaría General del PCPV