M.O.: ¿Cómo ves la situación política en Canarias?
A.J.F.: En Canarias la situación política es pésima. Tenemos un sistema electoral tan antidemocrático que impediría a Canarias pertenecer a la UE si esta fuera un estado independiente: la oligarquía, representada por Coalición Canaria, hasta hace poco tenía una sólida red de caciques que controlaban todos los aspectos de la sociedad canaria, pero actualmente se ha desarticulado y estamos alerta para ver como se vuelven a reestructurar.
Desde el inicio de la crisis, los niveles de desempleo y de trabajos precarios no han parado de ascender, tanto en el turismo como en la construcción, los sectores principales en las islas.
Canarias es un territorio del estado español receptora de inmigración. Esto ha dado pie para que organizaciones de extrema derecha tomen como chivo expiatorio de todos los males que sufrimos a los compañeros extranjeros, lo que supone una escalada del fascismo.
El hecho de depender solo de la construcción, como si de un monocultivo se tratara, ha sumergido a las islas en una carrera de desarrollo insostenible, con la instalación de infraestructuras innecesarias, que ha hipotecado el futuro ambiental de nuestra nación.
En el ámbito educativo, los estudiantes están sufriendo los efectos del Plan Bolonia, y en la Universidad de La Laguna ya se han manifestado en contra el pasado 8 de octubre.
M.O.: ¿Cuál es la situación de la UJCE en Canarias actualmente?
A.J.F.: En Canarias la UJCE está trabajando principalmente en el área metropolitana de la isla de Tenerife y en la isla de La Palma, aunque donde somos más activos es en el marco de la Universidad de La Laguna, donde participamos en el movimiento estudiantil.
Pese a las dificultades que tenemos, no nos rendimos y seguimos organizando la lucha por la republica, por la democracia participativa y por el socialismo del siglo XXI.
M.O.: ¿Cuáles son vuestras perspectivas de futuro?
A.J.F.: Crecer en el número de militantes para organizar a la juventud estudiante y trabajadora en contra de la opresión del capital.
Ahora en tiempos de crisis, cuando el discurso racista y xenófobo calan entre la clase trabajadora de una forma más fácil, tenemos que estar alerta y trabajar por impedir que el fascismo avance, hacer ver a la juventud que los verdaderos problemas son la precariedad laboral, y que la culpa de esto es de los empresarios.
Tenemos que hacer hincapié en que la mejor salida para el capitalismo en crisis es el socialismo.