La presidencia española de la UE presenta como objetivos de su mandato grandes aspiraciones: a) una Europa más social y contra la violencia de género, b) un impulso europeísta, c) aproximar la UE a todos los ciudadanos para que sean escuchados, d) conseguir seguridad energética y «continuar la lucha contra el cambio climático», e) tener voz propia en el panorama internacional solucionando conflictos, f) responder a retos como el de la inmigración, y a la vez mejorar la cooperación policial y judicial, g) conseguir que Europa sea más competitiva y con un mercado más integrado (Estrategia de Lisboa), h) aplicar el recién aprobado Tratado de Lisboa, i) luchar contra la pobreza y la exclusión social, j) lograr la salida de la crisis financiera y económica global para que así sea Europa motor mundial de la economía y se cree empleo de forma sostenida, etc.. Por otra parte se celebrarán en nuestro país cumbres internacionales, entre otras las de la UE con los Estados Unidos de Norteamérica, la de la UE con América Latina y el Caribe, la de la Europa por el Mediterráneo, y por fin se debatirá el Informe que el Grupo de Reflexión sobre el Futuro de Europa presidido por Felipe González. Es decir «la gran oportunidad para que España se proyecte como país».
Pero esta carta a los reyes magos se convierte en una misión imposible por cinco razones: 1) el marco férreo de una UE dominada por la derecha y la extrema derecha, beligerantes, y la puesta en marcha de un procedimiento de presidencia compartida con otros dos países, Bélgica y Hungría, hasta junio de 2011 que le quita protagonismo a cada uno de los países de la presidencia, 2) la aplicación del Tratado de Lisboa con sus contenidos neoliberales, con un Presidente del Consejo, Herman van Rompuy (democristiano) compartiendo tareas con la presidencia de la UE, una nueva representante exterior de la UE, Catherine Ashton (laborista), sustituyendo a Javier Solana, y un Joaquín Almunia que sube de categoría a Vicepresidente como Comisario de la Competencia (de la liberalización), 3) la debilidad de un gobierno condicionado por el fracaso de su modelo económico y de su recuperación en medio de la crisis del modelo de globalización neoliberal, sin alternativas reales, por lo que suena a «música celestial» sus aspiraciones de «hacer que Europa salga de la crisis financiera y económica y se convierta en el motor mundial de la economía», 4) el liderazgo mundial desempeñado por Barack Obama al que se van plegando los distintos países y que impide un papel protagonista para la UE en los diferentes conflictos pendientes, desde el de Oriente Próximo (Israel-Palestina) hasta Afganistán o Iraq pasando por el Sáhara Occidental o América Latina (Colombia y Honduras), como se ha comprobado con la solución al drama protagonizado por la saharaui Aminatu Haidar en lucha por su dignidad y derechos humanos, gracias a la gestión de Estados Unidos y de Francia, y 5) por la confrontación interna con el PP que le restará tanto credibilidad externa como margen de maniobra. De esta forma es imposible llevar adelante la pretensión y tentación de Rodríguez Zapatero de convertir la presidencia española de la UE en una baza electoral de cara a las próximas elecciones.
Se pueden destacar tres ámbitos en los que se podría intervenir de forma positiva desde la presidencia española de la UE en el primer semestre de 2010 y en los que, desgraciadamente, se fracasará. Son 1º) el ámbito internacional, 2º) el del modelo económico y 3º) el de mejora de la democracia y los derechos humanos.
Política internacional
En el ámbito internacional tenemos en primer lugar la urgencia en la solución y conquista definitiva del Estado Palestino, recuperando la Hoja de Ruta y aplicando las resoluciones de la ONU, pero otra vez la debilidad española y de la UE frente a Estados Unidos frustrará la necesaria solución, y ello a pesar de la experiencia de Moratinos. En segundo lugar la recuperación de la cuestión del Sáhara, al ser España, la nación colonizadora, como ocurrió con Timor Este y Portugal en su momento, forzando a la celebración del referéndum de autodeterminación. En este caso lo ocurrido con Aminatu Haidar indica la claudicación ante el rey de Marruecos. En tercer lugar está el tema que debería ser asimismo preferente de las relaciones de la UE con América Latina, eliminando por una parte definitivamente la «Posición Común» contra Cuba, estableciendo por otra unas relaciones opuestas a las actuales de «liberalización de la economía», para trabajar conjuntamente ambos continentes a favor de una defensa común de los valores humanos y democráticos emancipadores que están conquistando y protagonizando países como Venezuela, Ecuador, Bolivia, Uruguay, Brasil, Paraguay, y por último neutralizando el belicismo de la política de Estados Unidos en América Latina como se ha visto con las bases norteamericanas en Colombia, y el Golpe de Estado en Honduras.
Modelo económico
En relación con la cuestión crucial, la del modelo económico europeo, hay que reconocer que la presidencia española no va a llevar a cabo ninguna iniciativa eficaz. No existe ni por parte de la presidencia española ni por la Comisión Europea, análisis serio sobre qué es lo que ha ocurrido con la crisis profunda del modelo de globalización neoliberal acaecida en 2008-09. Por ello, al haberla circunscrito al ámbito financiero, sin ir a la raíz del problema se está incapacitado para la rectificación. De hecho se insiste en la declaración española sobre la presidencia de la UE en la conveniencia de aplicar a fondo la Estrategia de Lisboa, causante precisamente, con su neoliberalismo y «competitividad» a toda costa, de la crisis, sin modificar un ápice las directrices tanto del Banco Central Europeo como las del Pacto de Estabilidad. ¿Qué lucha contra el cambio climático si se sigue apostando por el mismo modelo que lo ha causado? ¿Qué recuperación de la creación de empleo «estable» apostando tanto por el modelo de consumismo desaforado que está en la base de la crisis como por la desregulación laboral y la precariedad? ¿Qué defensa de la soberanía alimentaria europea o mediterránea cuando se quiere eliminar la Política Agraria Comunitaria a favor de la dependencia del exterior, es decir de las multinacionales de la alimentación, sacrificando todo nuestro agro?.
Democracia y derechos humanos
Por último tenemos que en el tercer aspecto, quizás el más importante, el de la consolidación de la democracia y el avance en los derechos humanos, es donde todo resulta más difícil y problemático. La pretensión de la presidencia española de que la cosmética social llevada a cabo aquí pueda ser exportada a la UE con fórmulas novedosas comunicativas es realmente pueril. La raíz del problema está en el propio Tratado de Lisboa que, a) por una parte erige la competitividad como núcleo organizador de la vida ciudadana, relegando derechos sindicales de base solidaria, como se ha visto en recientes sentencias del Tribunal Superior de Justicia Europeo, b) nos hace dependientes de la OTAN y de su belicismo, c) compartimenta y divide la ciudadanía europea al establecer la Europa de las varias velocidades, varios salarios, varias pensiones, varios derechos humanos, con sus Directivas a lo Bolkestein y sin servicios públicos comunes, d) mantiene la postura discriminatoria hacia los inmigrantes, sin extender los derechos de ciudadanía a los mismos, y e) no introduce como parte constitutiva del Tratado la Carta de Derechos Sociales Europea.
* Miembro del Ejecutivo del PCE