En la primera sesión plenaria tras las elecciones presidenciales en Francia y las elecciones parlamentarias en Grecia, Willy Meyer ha intervenido en el Parlamento Europeo esperando que «la Comisión y el Consejo hayan tomado buena nota del resultado de estos comicios, porque se han convertido en una verdadera impugnación de la orientación económica de la Unión Europea».
El eurodiputado de Izquierda Unida considera que «ha llegado la hora de instar a las instituciones de la UE a una rectificación en toda regla de esta catastrófica orientación económica: es insostenible una moneda única sin Tesoro Público; es insostenible que no se pueda controlar democráticamente al Banco Central Europeo; es insostenible todo lo que significa la desregulación del mercado y que la Unión Europea no tenga instrumentos fuertes para intervenir en la economía y para activar la economía en contra del Pacto de Estabilidad».
Meyer considera que esta urgencia «se percibe por una parte muy importante de los electores y electoras europeos que no comprenden cómo la Unión Europea les está llevando literalmente a la ruina, es decir, con niveles de bienestar de los años 30 o 40».