Con la jornada del 9 de Julio, dio comienzo el tradicional Curso de Verano de la UCM de El Escorial (Madrid), organizado cada verano por la Fundación de Investigaciones Marxistas (FIM) y el Partido de la Izquierda Europeo (PIE), que en ésta edición lleva el nombre «Marxismo, nación y territorio». Actividad que se encuentra dentro del ciclo que la FIM dedica durante todo 2018, al 200 aniversario del natalicio de Karl Marx.
En una sala abarrotada por un público joven, principalmente estudiantes de master y doctorado de diferentes universidades públicas españolas, debatieron el histórico líder de la izquierda nacionalista gallega y Catedrático de Economía de la USC Xosé Manuel Beiras, el Profesor de Geografía de la USC Rubén Lois y la Vicepresidenta del PIE y miembro del Comité Central del PCE, Maite Mola.

En un curso dedicado a las aportaciones que desde el marxismo se hacen a la cuestión nacional, el nacionalismo y las soluciones territoriales dadas hasta ahora por el Estado burgués, en esta primera el debate estuvo centrado en los conceptos de centro/periferia, dependencia, colonialismo interior, sistema mundo y desarrollo/subdesarrollo.

La parte central de la jornada giró en torno a responder la siguiente pregunta: ¿Son periféricas y subalternas todas las naciones sin Estado?, pregunta especialmente dirigida al debate político y territorial dentro de España hoy.
Maite Mola (PIE), dedicó su intervención al concepto de nación y de la cuestión nacional en Marx. Así, para Maite Mola, Marx va a abandonar hacia la década de los 50 del Siglo XIX, las tesis del alcance civilizador del colonialismo y sus posturas cosmopolitas propias del artesanado geográficamente móvil que sustentaba los movimientos socialistas de la época.

Asimismo, influido por los levantamientos de los Cipayos en la India o las revueltas antibritánicas de China, es cuando Marx entiende que la peor barbarie se encuentra del lado de los colonos británicos. Paralelamente, es cuando el revolucionario alemán se interesa y toma partido a favor de Polonia e Irlanda, de los antiesclavistas americanos, para después acercarse a la causa popular del campesinado ruso y el valor transformador de la comuna rusa, análisis que le llevó a analizar casos similares en Argelia o Indonesia.

Pero es para Maite Mola, el caso de Irlanda, el que particularmente le influye y marca. La relación entre pueblo, clase obrera y nación, le lleva a modificar sus posiciones iniciales. Es en el caso irlandés dónde Marx combina con mayor profundidad y complejidad cuestiones relacionadas con la clase social, de identidad étnica y de realidades nacionales. Irlanda es la fracción sobreexplotada y dominada del proletariado británico, al mismo tiempo que se presenta como colonia agraria británica, que lucha por su independencia nacional, lucha donde la manifestación religiosa del pueblo irlandés adquiere una fuerte impronta indentitaria.

Para Maite Mola, son los casos que conciernen a muchas sociedades en el mundo, que con sus especificidades nacionales, llevan a Marx a abandonar la concepción de que como la revolución comunista no tiene como previo la industrialización capitalista y la formación de una clase obrera.
De esta forma, recuerda Maite Mola, como desaparece la concepción lineal de la historia, y la sucesión obligada de los modos de producción cede su lugar a una atención sobre las formas tradicionales, comunales, lo que para Marx podría proporcionar el punto de partida concreto para una reorganización económica y social igualitaria.

Xosé Manuel Beiras, tomo la tesis expresada por Maite Mola, señalando la importancia del último Marx y de la III internacional, y en particular Lenin, para insertar dentro de la tradición revolucionaria el valor de la periferia y los pueblos coloniales.

Para Beiras, las nacionalidades en España, todas, son subalternas, en la medida que no son reconocidas, pero Galicia es la única periférica, en la medida que es subordinada en términos socioeconómica y sociopolítica. Esto tiene relación con el pacto de clases resultante de la primera restauración borbónica bajo el canovismo, pacto marcado por la alianza entre la burguesía industrial del acero de Vizcaya, la burguesía industrial del textil catalana y la burguesía agraria castellana y el latifundio de Andalucía, que se asienta después del triunfo del fascismo después de la Guerra Civil en 1939.
Así, Beiras recuerda como la burguesía vasca y catalana se especializan en la provisión de bienes alimenticios dirigido al proletariado urbano de las zonas industriales del País Vasco y Cataluña, siendo éstas últimas las encargadas de proveer de manufacturas y servicios al resto de España. Andalucía, Extremadura y Galicia, se especializan de manera subalterna en proveer de materias primas, energía y fuerza de trabajo (inmigración) al resto del país (dependencia socioeconómica) y dependencia política (socio-política).

Beiras concluye con la aportación fundamental que para él tiene el marxismo, en especial el elaborado desde la década de los cuarenta del siglo XX, como Paul Baran y Paul Sweezye; el marxismo elaborado en la periferia africana, asiática y latinoamericana (enfoque de la dependencia y el concepto centro periferia) y el análisis sistema mundo de Wallerstein y Giovanni Arreghi.

Continuando con esta idea, Beiras entiende que el marxismo aporta los conceptos claves para analizar las relaciones centro periferia en el sistema mundo: el concepto de modelo de acumulación y el de la forma de extracción del excedente, de tal forma, que así podemos analizar –según Beiras- cómo las formaciones sociales periféricas se insertan de manera dependiente a las necesidades del modelo de acumulación centrípeto del centro del sistema, algo que se da en el caso de Galicia y no en el de Cataluña y País Vasco. De tal forma que las empresas gallegas han sido absorbidas por el capital catalán (absorción de Unión Fenosa por Gas Natural) y vasco (la absorción de la Banca Pastor por el BBVA).
El debate contó con el geógrafo Rubén Lois, el cual repasó las relaciones difíciles de Marx con la geografía (Carl Ritter y la geografía clásica procolonial) y la economía política clásica burguesa (Smith y la riqueza de las naciones), las disciplinas donde lo central en la escala nacional. Rubén Lois recuerda como la relación geográfica y espacial del capitalismo la aportan los anarquistas dentro de la I Internacional. Es con el marxismo que surge de la periferia del sistema mundo, en particular, bajo el proceso de descolonización.

Siguiendo con las relaciones de Marx y la geografía, Lois repasa las dos explicaciones sobre Marx y sus aportaciones y la geografía. La primera, es la dada anteriormente, las diferencias de Marx con la geografía clásica y la economía política clásica, explican el «olvido» de Marx por la geografía. En segundo lugar, la explicación dada por los geógrafos marxistas, en el sentido de que Marx no culmina la obra de El Capital, y que en los libros que no llega a editar, sí tenía planeado analizar la dimensión espacial y geográfica del capitalismo.
El debate contó con la moderación de Heriberto Cairo, Director del curso y profesor de Ciencias Políticas y Sociología de la UCM, para quien la lucha por la soberanía, es más necesaria en las naciones sin Estado periféricas.