Una tercera ola de manifestaciones en 300 ciudades de Brasil durante este fin de semana ha vuelto a pedir el juicio político parlamentario para la destitución del presidente Jair Bolsonaro como en las grandes protestas populares del 29 de mayo y el 19 de junio.

A las concentraciones a favor de la iniciativa parlamentaria que reclama la destitución de Bolsonaro, con el apoyo incluso de diputados que antes fueron sus aliados, se añade la investigación exigida por la Fiscalía General de la República que el Tribunal Supremo ha aceptado sobre la aparente responsabilidad del presidente en la corrupción para pagar sobornos al comprar vacunas.

A Bolsonaro se le acusaba de haber provocado la acumulación de medio millón de muertes por su desastrosa gestión de la respuesta sanitaria ante la pandemia y ahora la comisión investigadora del Senado ha destapado la supuesta corrupción con las farmacéuticas en el negocio de las vacunas.

La presión en las calles acompaña al procedimiento parlamentario y judicial para la destitución del presidente de Brasil.