Portugal volverá a las urnas el 30 de enero en unas elecciones anticipadas por el voto del Parlamento en contra de los presupuestos del gobierno socialista.
El Partido Socialista quería una convocatoria inmediata pero el Presidente de la República, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, ha aceptado la petición del Partido Socialdemócrata (PSD) y de los democratacristianos del CSD para retrasar las elecciones hasta enero de manera que la derecha tenga tiempo de reorganizarse intentando imponerse sobre la actual mayoría de la izquierda.
En el PSD hay un debate sobre la posibilidad de pactar con la extrema derecha de ¡Chega! (¡Basta!) que podría aumentar su representación legislativa.
Hasta su disolución, el Parlamento tiene pendientes reformas muy importantes como la regulación del teletrabajo y la despenalización de la eutanasia.