La literatura policíaca “se ha puesto de moda”, lo que puede favorecer un mayor conocimiento sobre la novela negra (*). Pero no debe ser una simple moda, la solidez de este género literario suma más de un siglo de narrativa que ya señaló con vehemencia Chandler: “El estilo es la inversión más valiosa que puede hacer un escritor con su tiempo”.

Toda persona sensible debe optar, en esta sociedad que oprime y degenera, por la buena literatura como escudo de defensa. ¿Y el que no lea? Que lo parta un rayo.

El ejercicio de leer significa la necesidad de percibir parte del transcurso histórico de las civilizaciones. Siglos de verdadero desafío, sufriendo persecuciones, jugarse la vida, escapar cuando ha sido posible antes de ser condenados a la hoguera. Toda una larga epopeya entre el bien y el mal, un pulso por ese vital espacio de libertad para el desarrollo de la humanidad.

Navegamos en un mundo cada día más deshumanizado. Si luchamos contra ese oleaje deshumanizador podremos ahogarnos. Si no luchamos podemos darnos por ahogados.

Si luchas puedes perder. Si no luchas estás perdido. Vivimos en semiclandestinidad entre el espejismo de tantos que creen en la lucha frontal y los revolucionarios de fines de semana que gozan aireando sus ideas. Cernuda escribió: “Abajo todo, todo excepto la derrota”.

(*) Teoría y práctica de La Habana. Rubén Gallo. Jus, Libreros y Editores.

Escritor y crítico literario