En la tarde del miércoles 23, más de 4.000 personas, según fuentes de los convocantes, se manifestaron en distintos puntos del país, como Madrid, Toledo o Barcelona, para pedir al Gobierno una bajada de los precios de la luz, la energía y la gasolina provocada principalmente por la crisis en Ucrania.
Convocada por los sindicatos CCOO y UGT, junto con UATAE, UPTA, Facua y CEAV, la manifestación exigió un cambio en el sistema de fijación de precios de la energía para que las familias puedan hacer frente a las facturas de la luz tras la pandemia primero, y la crisis en Ucrania después. Además, se pidió el recorte de los beneficios de las empresas eléctricas y de hidrocarburos, quienes han aumentado con creces sus beneficios a pesar de una subida de precios que ya afecta a la clase trabajadora española.
Unai Sordo, secretario general de CCOO, asistió a la convocatoria y afirmó que “la decisión que se tome para posibilitar que bajen los precios energéticos los de la luz, que baje la inflación es decisiva para el futuro de España y de Europa”, dejando claro que “la situación de inflación es muy alta, pero las organizaciones sindicales no se van a resignar a que esta crisis la paguen los trabajadores asalariados”.
Enrique Santiago, secretario general del PCE, quien acompañó a los sindicatos en la manifestación, apoyó en su cuenta de Twitter las movilizaciones: “hay que acabar con los beneficios caídos del cielo. Llevamos meses pidiendo la intervención y vamos a seguir trabajando hasta conseguir que todo el mundo pueda acceder a la energía a precios asequibles”. El PCE reclama un escudo social ante esta crisis: contener precios, proteger empleo y salarios.
Miguel Ángel Bustamante, por su parte, afirmó que “los sectores estratégicos de la economía tienen que ser públicos para evitar especulación y beneficios desorbitados. Llevamos meses pidiendo la intervención en el sector y vamos a seguir trabajando en ello”. Toni Valero, coordinador de IU Andalucía, afirmó en la manifestación que “el precio de la energía está asfixiando a las familias trabajadoras y al tejido productivo” y apostó por medidas como limitar el precio, acabar con los beneficios del oligopolio eléctrico, crear una empresa pública de energía y apostar por las energías renovables.
Redacción Mundo Obrero