La carestía de la vida se nota en todos los ámbitos. Todo ha subido y en especial la electricidad y los combustibles. Según los últimos datos aportados por el Instituto Nacional de Estadistica (INE), la factura energética sale un 28% más cara que hace un año. ¿Este aumento del precio de la energía está motivado por el alza de los costes de producción? Todo parece indicar que no.
Iberdrola, acaba de hacer públicas sus cuentas de los nueve primeros meses del año, declarando un beneficio neto de 3.103,6 millones de euros, lo que supone un incremento del 28,9%. Además la eléctrica confirma sus previsiones de lograr un beneficio neto de entre 4.000 y 4.200 millones para este año del que todavía quedan 2 meses y lo peor del invierno.
Es decir, Iberdrola dispara sus beneficios que ya de por sí eran millonarios a base de desangrar a los hogares y pequeñas empresas que cada vez tienen más dificultad para afrontar los recibos de la luz. Este atraco a mano armada al que someten las eléctricas a las personas es especialmente sangrante en España, donde márgenes de beneficio por unidad producida se han incrementado un 60,4% en el último año frente a una subida del 46,5% en la eurozona, tal y como desvelaba el Profesor de economía aplicada UCM, Carlos Sánchez Mato.
Indecentes
Que las eléctricas estén multiplicando sus beneficios en el actual contexto solo se puede de calificar como indecente. Por eso desde Unidas Podemos se lleva solicitando toda la legislatura la creación de un impuesto que grabe los beneficios de las compañías energéticas que además de necesario es justo.
El 28 de julio por fin el PSOE cedió y se pudo registrar en el Congreso de los Diputados una Proposición de Ley que permitirá gravar durante dos años a las grandes empresas energéticas y financieras de España. El objetivo del Ejecutivo español es recaudar 3.500 millones de euros cada ejercicio con estas dos nuevas figuras tributarias. A grandes rasgos, la que afecta al sector energético contará con un tipo del 1,2% sobre el importe neto de la cifra de negocios anual de las compañías que facturen más de 1.000 millones de euros anuales, mientras que la que se circunscribe a la banca dispondrá de un tipo del 4,8% que afectará a las comisiones e intereses de las entidades que entre ambos conceptos alcancen los 800 millones.
Ante esto, Ignacio Sánchez Galán, Presidente de Iberdrola, no ha dudado una vez más en mostrar su falta de humanidad y el mismo día que la compañía que preside ha declarado beneficios multimillonarios, también ha amenazado con acudir a los tribunales si se pone en marcha el impuesto a las eléctricas. “Nuestros abogados desde luego van a trabajar de manera muy eficiente como de costumbre”, ha declarado en un tono desafiante.