El Banco Central Europeo continúa con su hoja de ruta de asfixia a las familias trabajadoras. Ha decidido una nueva subida de los tipos de interés en la zona euro de medio punto, hasta dejar la tasa general en el 3%, en máximos de finales de 2008.
A pesar de que la inflación está remitiendo, Lagarde y De Guindos insisten en el endurecimiento de la política monetaria incrementando el precio del dinero. Y han avanzado además que el BCE volverá a subir los tipos en otro medio punto en marzo.
En España, 3,7 millones de personas tienen hipotecas. Este tipo ha subido casi cuatrocientos puntos básicos desde diciembre de 2021 hasta enero de 2023, trece meses y ha finalizado el pasado mes en el 3,91%. Lo que ahora dice el BCE es que seguirá apretando la soga.
La medida de Lagarde y De Guindos es tratar de atajar la subida de precios en los alimentos (que puede haber alcanzado hasta el 15% en 2022) con un alza de tipos, pero la consecuencia de ese alza es la subida de la hipoteca un 68%.
El alza en el principal índice de referencia está provocando un fuerte aumento en las cuotas hipotecarias mensuales de las familias que se irá extendiendo durante los próximos meses a medida que se produzcan las revisiones periódicas correspondientes.
El porcentaje de los hogares que dedican más de la mitad de su renta disponible al pago de la hipoteca ha bajado sustancialmente, desde el 7,2% en máximos de la crisis pasada al 2,5% en 2021. Además, la exposición al riesgo de tipo de interés de la cartera hipotecaria se ha ido reduciendo durante los últimos años, aumentando el peso de los préstamos a tipo fijo. Con anterioridad a la subida abrupta de los tipos de interés, tres de cada cuatro nuevas hipotecas se concedían ya a tipo fijo y el plazo medio residual ha bajado de los dieciocho años en 2017 a apenas diez a finales de 2021, con lo que habría margen para solucionar los problemas incrementando el plazo de las hipotecas.
El Real Decreto aprobado por Nadia Calviño no funciona
El Real Decreto aprobado en diciembre de 2022 amplía el Código de Buenas Prácticas vigente, para que pueda cubrir a aquellos deudores vulnerables afectados por subidas de tipos de interés que alcancen niveles de esfuerzo hipotecario excesivos, ante cualquier incremento del esfuerzo hipotecario. Teóricamente debería proteger a las familias con renta inferior a los 25.200 euros (tres veces el IPREM) que dediquen más del 50% de su renta mensual al pago de la hipoteca y deudores de clase media que tienen riesgo de caer en vulnerabilidad por el aumento de las hipotecas con un límite de renta por hogar hasta los 29.400 euros anuales. Se podrán adherir a este plan aquellos para los que la carga hipotecaria suponga el 30% de su renta y hayan tenido una subida de al menos el 20%.
Solo unas docenas de operaciones se han firmado acogiéndose a ese plan. Es decisión libre de los bancos conceder las operaciones y además quienes se acojan a las medidas de alivio del Real Decreto pagarán muchos más intereses al final de la hipoteca. El acuerdo entre el Gobierno y el sector bancario incluye la posibilidad de alargar el plazo de reembolso hasta siete años, de aplicar una carencia de uno, dos o cinco años y de reducir el interés durante ese tiempo. Para los hipotecados supone reducir sustancialmente el importe de sus cuotas mensuales, pero también tener que pagar más intereses a la larga.
¿A quién beneficia esto?
La subida de tipos de interés de los créditos hipotecarios va a provocar una enorme transferencia de rentas de las familias, especialmente las más vulnerables, hacia la banca.
Como el Euribor se ha incrementado en 3,91 puntos hasta final de enero (pasó de -0,502% al +3,4%) la transferencia de rentas de las familias a la banca va a superar los 13.000 millones de euros en 2023 y la de las empresas 11.000 millones adicionales.
La mayor parte de esta enorme cifra se trasladará directamente a beneficios bancarios. El coste del dinero apenas ha aumentado para los bancos ya que el precio del dinero no se ha trasladado a los pasivos de los bancos y la banca aún no ha incrementado la retribución a sus clientes por sus cuentas y depósitos.
Beneficios extraordinarios para la banca, pero un elevado coste para las familias, porque esta subida de tipos dispara el coste mensual de los prestamos, situando a muchas de ellas ante graves dificultades de atender el pago de sus cuotas mensuales. La cuota mensual de un préstamo de 135.000 € a 30 años referenciado al Euribor se incrementa en 273€, lo que supone un aumento del 68% de su cuota mensual.
En 2022 la banca española va a conseguir beneficios récord en su historia. Las entidades más grandes (Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Unicaja y Bankinter) ganaron más de 20.000 millones de euros, un 25% más que en 2021. Y 2023 el BCE quiere seguir subiendo tipos y será mucho más rentable para ellos.
¿Qué medidas de alivio son necesarias?
Fuentes consultadas de IU consideran que la experiencia del pasado debería servir para evitar una nueva oleada de desahucios de familias que no pueden pagar su hipoteca y se inclinan por proponer la implementación de una suspensión, hasta enero de 2024, de la revisión de las cuotas de todas las hipotecas para viviendas habituales a tipo variable, esto es, dejarlas congeladas hasta esa fecha para todas aquellas familias que superen el 30% de cuota con respecto a sus ingresos.
Consideran que las entidades bancarias deben mucho dinero en el sentido de que el rescate bancario nos ha costado a los ciudadanos casi 96.000 millones de euros hasta 2020 y que por tanto pueden y deben reducir sus enormes beneficios suspendiendo la revisión de las hipotecas en 2023, lo que les supondría aproximadamente el 50% de sus ganancias.