Concha era una mujer de 61 años y falleció el pasado lunes al ser apuñalada en el interior de su tienda en Tirso de Molina, en el centro de la capital del país. Los hechos ocurrieron sobre las 13:30 horas del lunes en el interior del establecimiento dedicado a la venta de ropa.

El desgraciado y doloroso suceso empezó a llenar las redes sociales. «Un magrebí ha asesinado este medio día (sic) a una mujer trabajadora de 61 años en el centro de Madrid», dice un mensaje que acumula más de 3.400 retuits desde el 3 de julio. «Por lo visto, cuando un magrebí asesina a una mujer española no es delito machista ni es delito racista ni es delito de odio. Esperemos que al menos sea delito», señala otro tuit con más de 600 retuits. “Un navajero magrebí asesina a una mujer de 61 años en su tienda de ropa en Madrid”, añade otro mensaje.

Eran los voceros de las derechas aprovechando para difundir bulos racistas relacionados con el origen del presunto autor del crimen en las apenas 24 horas que ha tardado la policía nacional en localizar y detener al acusado de asesinar a la dependienta. Sin embargo, ese corto periodo de tiempo ha sido suficiente para organizar una campaña de mentiras, xenofobia y racismo que aún continúa pese a que los agentes han confirmado que se trata de un hombre blanco de nacionalidad española.

Entre los que han participado en la campaña se encuentra el líder de Vox y candidato a la Presidencia del Gobierno, Santiago Abascal, quien publicó en Twitter el siguiente mensaje: «Ni Sánchez ni su vicepresidenta se acordarán de esta mujer. No habrá minutos de silencio, ni portadas, ni programas especiales… Solo Vox se acuerda de que hay españoles que están sufriendo el disparate migratorio avalado por todos los partidos». Abascal difundió su mensaje, que acumula más de 5.000 retuits y más de cuatro millones de visualizaciones, como reacción a un tuit de un medio afín que publicaba un artículo titulado «Un magrebí asesina a puñaladas a una mujer de 61 años en una tienda del centro de Madrid».

Ante esto, la Fiscalía General del Estado estudia «si puede haber un posible delito en la difusión de esas noticias falsas y esos bulos que señalan a colectivos de migrantes». Decisión que ha sido apoyada por Enrique Santiago, Secretario General del PCE, quien ha manifestado que «es una obligación democrática abrir de inmediato un procedimiento judicial por delito de odio a los que han manipulado el doloroso crimen de Tirso de Molina para organizar una campaña de mentiras, xenofobia y racismo», señalando el dirigente comunista que «La mentira ataca la convivencia».

Cabe recordar, que el artículo 510 del Código Penal al que se refiere la Fiscalía establece que pueden ser castigados bajo una pena de prisión de uno a cuatro años y multa de seis a 12 meses quienes públicamente promuevan el odio. También quienes «distribuyan escritos o cualquier otra clase de material que por su contenido sean idóneos» para el fomento de la «hostilidad, discriminación o violencia».

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