Después de que el gobierno socialista haya reformado la Ley de Calidad de Educación, una de las cuestiones más importantes que tiene que afrontar, además de las pequeñas “correcciones” realizadas, es abrir un debate público sobre la educación en nuestro país donde todas las capas de la sociedad puedan intervenir, porque creemos que toda propuesta de diálogo tiene que terminar en la acción para que los errores del pasado no destruyan el presente.

Y porque creemos que toda discusión debe realizarse sobre un conocimiento teórico y práctico sobre cualquier tema, nuestra invitación a la lectura de Educación y lucha de clases y Humanismo burgués y humanismo proletario. De Erasmo a Romain Rolland de Aníbal Ponce nos parece pertinente en cuanto que su ignorancia puede ensombrecer nuestras opiniones y, por consiguiente, nuestras actuaciones.

Aníbal Ponce con José Carlos Mariátegui, Juan Marinello y Vicente Lombardo Toledano forman un grupo de intelectuales que, por primera vez en América Latina, asumieron el materialismo histórico para analizar e iluminar la compleja realidad sociopolítica de su tiempo. Para conocer su vida recomendamos su mejor biografía, Aníbal Ponce. Memoria y presencia, de su discípulo Héctor Agosti, que nos desvela su trayectoria política e intelectual así como su exilio y muerte en México.. En su trayectoria intelectual no podemos omitir la gran influencia positivista de José Ingenieros, su maestro, que se refleja en sus obras de psicología escritas entre 1929 y 1933, aunque ya en este tiempo “podríamos representarlo como andando un poco a tientas en la metodología general del materialismo dialéctico.

En 1935, en el Colegio Libre de Estudios Superiores de Buenos Aires imparte un curso sobre Erasmo y el jubileo de Romain Rolland base de lo que será Humanismo burgués y humanismo proletario. En este libro Aníbal Ponce contrapone dialécticamente el desarrollo de los valores burgueses a partir del siglo XV con las perspectivas que había generado la Revolución bolchevique. A pesar de la poca distancia que tenía de los recientes hechos históricos y ante la nueva situación mundial su esperanza en el “hombre nuevo” no nos parece como ingenua ni determinista. Habría que situarse en el mencionado contexto para explicarnos que su visión responde más a un compromiso militante que a una ilusión. Este aspecto – el más controvertido del libro – no difumina su concepción del intelectual burgués así como las limitaciones del humanismo. Su interpretación del personaje, Calibán, de La Tempestad de Shakespeare, como negación de todo idealismo, puede revelarnos el carácter servil de los intelectuales burgueses.

Con una prosa transparente y didáctica, el retrato de los humanistas sigue siendo perenne: “Periodistas antes del periodismo, agentes de propaganda antes de la ‘réclame,’ adorno de banquetes y salones, elogiadores de casamientos y bautizos, llorones de velorios y entierros, cuanto ganaban lo recibían como dádiva”, es decir, fueron los ideólogos de la burguesía que “no sólo no se interesaron por la suerte de los trabajadores, sino que contribuyeron a mantener su ignorancia y prolongar su mansedumbre.” El paradigma fue Erasmo de Rotterdan, pero hoy día, estos intelectuales aún siguen vivos. Son los llamados “los nuevos perro guardianes” por Sergi Hameli.

Por otra parte, este humanismo queda ejemplificado por la historia que Aníbal Ponce recoge de Los falsos monederos de André Gide: Un grupo de náufragos consigue una barca no sin disputarla a otros. Una vez instalados en ella intentan con hachas y cuchillos deshacerse de aquellos que también quieren salvarse. Creemos que no es necesario explicar que los valores de la cultura burguesa no son sino la coartada de la defensa de una posible llegada de los bárbaros.

Educación y lucha de clases es un libro imprescindible en la historiografía de la educación. El profesor C. Lozano Seijas, gran conocedor y estudioso de la obra ponciana afirma: “Ponce desbarata muchas leyendas y desmorona muchos mitos, e introduce nuevas lecturas posibles de hechos conocidos a través de la historia académica habitual,” un libro, en suma, fundamental para abordar determinados aspectos de la educación sin miedos ni trampas.

BIBLIOGRAFÍA:
Aníbal Ponce. Humanismo burgués y humanismo proletario. Educación y lucha de clases. Excelente prólogo de Claudio Lozano Seijas, catedrático de Historia de la Educación española y latinoamericana de la Universidad de Barcelona, Miño y Dávila Editores, Buenos Aires/Madrid.