Título Original: «La zona».
País y Año: España, México – 2007.
Dirección: Rodrigo Plá.
Guión: Rodrigo Plá, Laura Santullo.
Fotografía: Emiliano Villanueva.
Música: Fernando Velázquez.
Producción:Álvaro Longoria. Pilar Benito. Ricardo Fernández-Deu.
Reparto: Daniel Giménez Cacho, Carlos Bardem, Alan Chávez, Marina de Tavira, Maribel Verdú, Daniel Tovar, Mario Zaragoza
Estreno España: 9 de noviembre de 2007.
Distribuidora: Alta Films.
En apenas cuatro o cinco planos iniciales Rodrigo Plá y Laura Santullo definen a la perfección la clave de esta meritoria primera película, ampliamente reconocida con premios allá donde ha sido presentada, especialmente en la Mostra de Venecia donde fue estimada Mejor Opera Prima. Un vehículo recorre la calle de una urbanización privada y en sus inmaculados vidrios se refleja la opulencia de los chalets que la pueblan; a su paso el chirriante sonido de un silbato le obliga a detenerse: un cachorro impúber de la clase social allí albergada hace uso de las estrictas reglas de conducta vigentes y se trasmuta en guardia de circulación de mirada poco inocente. Un traveling panorámico eleva a la cámara por encima de los muros que encierran aquel feroz paraíso y descubren a nuestros ojos la aplastante evidencia de la miseria que lo rodea, un enjambre de infra-viviendas, de barrios empobrecidos que dan lustre y sentido al indecente bienestar de La zona. Cuando el azar permite que tres muchachuelos se cuelen en tan privilegiado y ultra-protegido lugar sus habitantes reaccionan como un organismo atacado por un virus y deciden acabar por encima de cualquier consideración legal o moral con el peligro que entrañan para sus propiedades, para su estilo de vida, para su mundo.
Construida con un esquema que no pretende ser original, pues no son pocas las veces que un tema similar ha sido tratado en la pantalla, «La zona» resiste bien una visión elemental como cine de entretenimiento, lo que no es pequeña virtud si se tienen presentes las variadas lecturas políticas y sociales que pueden hacerse de ella. La que de inmediato viene a la mente es el enfrentamiento de un primer mundo que nada en la abundancia y atrae a los parias del resto de la tierra que intentan por todos los medios a su alcance entrar en la fiesta sin tarjeta de invitación. Así, la película nos muestra una abochornante semejanza icónica entre los africanos que trepaban no hace mucho por el muro de Melilla y el asalto de los ladronzuelos de la historia a La zona.
Este plano simbólico no se superpone a la narración de manera artificial ni pretendida desde fuera. El abanico de personajes que despliega huye del esquematismo y trata de abarcar los distintos comportamientos individuales dentro de la misma clase social, la burguesía acomodada. Aunque en conjunto ésta se comporte como un animal cruel que defiende su botín, no todos sus miembros comparten esos valores ni se sienten cómodos en su jaula de oro. El relato gana de este modo riqueza y densidad que se amplía con la crítica, durísima, de la corrupción policial, y consigue con encomiable destreza de los debutantes mantener el pulso firme en los distintos hilos argumentales. Pese al guiño esperanzador que supone el comportamiento solidario de uno de los jóvenes ricos, ya no resulta sorprendente a la postre el sombrío retrato que los autores nos ofrecen de ese gran país hermano que es México.
RECOMENDACIONES
TIERRA, de Alastair Fothergill y Mark Linfield. Un bello documental de la BBC, repleto de magníficas e impresionantes imágenes para disfrutar y a la vez continuar desarrollando la conciencia ecológica.
LA BODA DE TUYA, de Wang Quan’an. Esta producción china se desarrolla en la desértica región de Mongolia, derrocha sensibilidad, y ofrece una hermosa lección de aliento solidario en el seno del matrimonio.
CASSANDRA’S DREAM, de Woody Allen. En su periplo europeo el genial director neoyorquino ha teñido de negro su proverbial sentido del humor. Esta segunda entrega londinense tiene ecos de tragedia shakesperiana.