Mundo Obrero: IU ha obtenido el mejor resultado desde el 96. ¿Cuáles han sido las claves de esta subida?
Willy Meyer: La clave es que Izquierda Unida ha sabido sintonizar con todo el sufrimiento de la gente en esta catástrofe sin precedentes, en la peor crisis que vive Europa desde los años 30. Hemos señalado a los culpables de la crisis, que son la socialdemocracia y la derecha europea, más los liberales, que llevan gobernando Europa a través de tratados, desde el de Maastricht hasta el Tratado de Estabilidad, y se han convertido en instrumentos que son depredadores para el empleo, la igualdad y la cohesión social. Por eso la gente ha sintonizado con nuestro discurso que además de señalar a los responsables, daba una alternativa.
M.O.: ¿Qué hay que hacer para consolidar el voto y seguir creciendo?
W.M.: Es muy importante traducir los votos en organización. Una de las características de esta campaña electoral ha sido el apagón informativo que se nos ha dado a IU por parte de todas las empresas de comunicación. Los medios públicos están obligados a darnos el espacio, pero en los privados prácticamente no hemos existido durante la campaña electoral. Esto significa que tenemos que hacer dos reflexiones. La primera: que tenemos que plantear la presencia de IU en las empresas de comunicación como una reivindicación democrática, y por lo tanto tenemos que convertirnos en una fuerza política que reclame su espacio en una sociedad avanzada. Y la segunda, ser más organización, porque está claro que donde más hemos subido es donde más organización tenemos.
M.O.: Uno de los puntos destacados del voto obtenido por IU es que en estas elecciones no ha habido zonas blancas
W.M.: El PP y el PSOE han sido los grandes derrotados. Han perdido entre los dos cinco millones de votos. Por primera vez en la historia de la democracia la suma de los dos no llega al 50%, mientras que el discurso potente de IU ha sido capaz de llegar a todas las partes del Estado español, y eso ha hecho que tengamos un resultado muy bueno en lugares donde no teníamos representación ni concejales.
M.O.: ¿Cómo valora los resultados globales en España y el hecho de que en nuestro país, a diferencia de otros Estados europeos, el golpe dado al bipartidismo llega desde la izquierda?
W.M.: Aquí el 15M jugó un papel muy importante. El aumento de los partidos xenófobos, racistas y fascistas en Europa tiene que ver con que no hubo una alternativa popular desde la base de la sociedad para plantear soluciones a todo lo que se estaba viviendo en recortes sociales, privatizaciones y desempleo. Y en España, lo que afortunadamente hizo el 15M fue canalizar el descontento social hacia alternativas de la izquierda. Y ahí estuvo IU con programas que son absolutamente coincidentes con los del 15M y por eso una parte del voto se ha ido a opciones de izquierda.
M.O.: Al régimen le han entrado las prisas para consolidar la transición monárquica, ¿cómo han influido los resultados electorales en la abdicación del rey, y qué perspectivas tenemos para un futuro próximo?
W.M.: Yo creo que ha influido mucho. Primero porque los dos grandes partidos monárquicos, que reformaron la Constitución con el artículo 135 haciendo saltar por los aires el consenso constitucional del 78, han sufrido un golpe muy duro en estas elecciones. Y ese golpe al bipartidismo lo ha notado la Casa Real, que es además una Casa Real que está muy desprestigiada porque también ha sido salpicada por casos de corrupción.
El Partido Popular y el Partido Socialista hace 15 años impulsaron en España un modelo productivo insostenible y corrupto. Y ese modelo productivo ha salpicado con corrupciones a todas las esferas del Estado y las Administraciones, y no se ha escapado la Casa Real.
La abdicación del rey tiene que ver con un sálvese quien pueda, intentando dar una sorpresa para ganar tiempo e imponer una sucesión, evitando cualquier fórmula como la que reclamamos nosotros y nosotras que es dar la palabra al pueblo en un referéndum.
M.O.: Y pasando ahora a Europa ¿Cómo valora los resultados globales del conjunto de los países de la Unión Europea?
W.M.: Estamos en una situación muy compleja porque desgraciadamente dentro de lo que nosotros representamos de la izquierda en Europa, la subida no ha sido como en Grecia y como en España. Han sido subidas débiles y no estamos en las mejores condiciones para poder afrontar en estos cinco años una alternativa completa desde la Unión Europea. Además, el ascenso y la aparición en el Parlamento Europeo de fuerzas fascistas nos va obligar a hacer un trabajo mucho más inteligente en el sentido de buscar la manera de, por una parte, contener a los grupos fascistas, y por otra señalar las alternativas para frenar el Tratado de Estabilidad, la Troika y aprovechar nuestra presencia en el Parlamento Europeo para dar una alternativa desde la izquierda a España y a los países intervenidos.
M.O.: La izquierda de Syriza que ha combatido frontalmente la política de austeridad, la Troika y los memorándums ha ganado las elecciones municipales y europeas en Grecia, ¿Qué supone este triunfo para Europa?
W.M.: Es un triunfo que en la práctica significa hacer comprender y ver que es posible ganar desde la izquierda para hacer otra Europa por y para la ciudadanía, con un proyecto democrático como este, con una nueva economía que esté diseñada para la creación de empleo y no para la acumulación de capital entre unos pocos. Las élites europeas que están centradas en el Consejo y en la Comisión Europea, en las grandes empresas multinacionales ven el ascenso de Syriza como algo que puede hacer peligrar su hegemonía actual. Tienen razón. Y creo que ese aviso desde Grecia se puede convertir en múltiples avisos de otros países. Nuestro ascenso electoral indudablemente va en la misma línea y nosotros estamos convencidos de que en todo el ciclo electoral que viene ahora de municipales, autonómicas y generales, Izquierda Unida puede determinar un cambio total en cuanto a la crisis de Estado en que vivimos en estos momentos.
M.O.: Cómo interpreta el resultado de las elecciones en Italia, con la vuelta al Europarlamento de la izquierda con la candidatura L´otra Europa-Con Tsipras?
W.M.: Muy positivamente, con las precauciones de saber que efectivamente en Italia se vive una situación extraordinaria. En Italia, en Grecia, en Alemania, está gobernando la socialdemocracia con la derecha, una de las características que se está imponiendo por parte de la socialdemocracia europea. Los tres escaños de la izquierda italiana son algo muy positivo. Deseo que finalmente entre esos escaños venga la representante de Refundación Comunista porque es la fuerza más claramente comprometida con una alternativa a esta Europa de los mercaderes.
M.O.: Con cinco Eurodiputados, IU se convierte en una de las principales fuerzas del GUE, ¿Qué va a significar este aumento de fuerza tanto en el grupo parlamentario de la Izquierda Unitaria, como en el trabajo de IU en el Europarlamento?
W.M.: El hecho de que hayamos multiplicado nuestra representación por cinco significa que vamos a tener mucha más capacidad de intervenir en todos los territorios del Estado, vamos a tener más capacidad de influencia dentro del grupo parlamentario y vamos a tener mucha más presencia en el conjunto de las comisiones de trabajo, lo que va a redundar inmediatamente en un mejor trabajo para el conjunto de la organización. Nosotros entendemos nuestra presencia en el Parlamento Europeo como gente que se pone a disposición de la batalla y la lucha social que se está librando. En ese sentido vamos a ser muchos más, vamos a tener más capacidad de influencia y más capacidad para ayudar a la movilización social en España.
M.O.: ¿Y qué representa este avance de la izquierda para el PIE, nuestro partido europeo?
W.M.: Es algo importante, aunque no hay que ocultar que los avances que se han producido en Grecia, en España y en Portugal no son la tónica general. Tenemos que hacer una reflexión seria para ver qué tenemos que hacer en la Izquierda Europea y ver por qué no se avanza de igual manera en otros Estados, porque toda la izquierda europea es fundamental para poner fin a este proyecto de integración regional fallido.
M.O.: ¿Cómo valora los resultados de la izquierda en la Europa del Este?
W.M.: Creo que el ariete más contundente de la derecha europea viene por parte de los países del Este. Ahí tenemos un problema muy serio que se ha precipitado con el golpe de Estado en Ucrania y con un reforzamiento de la ultraderecha en casi todos los países del Este que supone un riesgo para los principios y valores de la Europa antifascista. Tenemos que considerarlo y empezar a trabajarlo de forma seria. La Izquierda Europea tenemos la obligación de defender una Europa con una base sólidamente antifascista y eso sólo se puede hacer combatiendo a los neofascitas. Y en casos como el golpe de Estado en Ucrania, que ha sido aplaudido, jaleado y financiado por la Administración Europea, hay que salir al paso y condenarlo con mucha fuerza, que es lo que hemos hecho nosotros desde que se produjo el golpe.
M.O.: La gran coalición gobierna en muchos países de la Unión Europea y se consolidará también en el Parlamento Europeo. ¿Qué política puede hacer IU desde el GUE en ese escenario?
W.M.: Seguir el discurso que hemos hecho durante la campaña electoral. Ahora tenemos que confrontar en la elección del presidente de la Comisión Europea, que es un teatro entre la derecha de Juncker y la socialdemocracia de Schulz y lo que tenemos que hacer nosotros es ir con nuestro discurso a poner en cuestión ese gran teatro entre la derecha y la socialdemocracia que ya lo han pactado todo y que se van a repartir la Comisión Europea. Nosotros tenemos que aprovechar ese debate para decir que tenemos un candidato alternativo que es Alexis Tsipras, y que no votaremos a ningún candidato que sea representante de la Troika como pueden ser Schulz o Juncker.