“Bajo la Dictadura, CC.OO. logró aglutinar a los trabajadores en aquel resurgir del movimiento obrero que lo convirtió en protagonista decisivo de los acontecimientos políticos. Cierto que desde entonces se han producido cambios significativos en los instrumentos de trabajo, en la organización de la producción y en la composición de la fuerza de trabajo. Nuevas generaciones se han incorporado hoy a la clase obrera. Nuevos problemas y nuevas dificultades. Pero el modo de producción es el mismo. Opresión y explotación definen el carácter crucial de la contradicción capital-trabajo, es decir, dictadura del capital. Más de cinco millones de compañeros quieren y no pueden trabajar y más del 50% de los jóvenes, muchos de ellos con muy amplia formación, tampoco pueden hacerlo. No son menores ahora las embestidas del capital.

Volvamos, pues, al sindicalismo de clase. Recuperemos los principios fundacionales de Comisiones Obreras. Y hagámoslo con militancia y con estudio…

… a los que apelaba Bertolt Brecht:
¡Asiste a la escuela, desamparado!
¡Persigue el saber, muerto de frío!
¡Empuña el libro, hambriento! ¡Es un arma!
Estás llamado a ser un dirigente.”

(Documento dado a conocer en la reunión de Ganemos CC.OO. el día 15 de enero de 2015 en el Club de Amigos de la UNESCO de Madrid, como en los viejos tiempos, mientras los guardias de la porra hacían ver las estrellas en nombre de la “chispa de la vida” en Fuenlabrada).

Si has tenido paciencia, Derecha, para leer la cita previa que te ofrezco, podrás entender mejor lo que viene a continuación, en las líneas que siguen como en los tiempos que se avecinan.

Por todos los lados de nuestra celtibérica corrala, lo que estaba podrido muestra su carcoma y lo que, por viejo que fuere, se mantenía tozudamente contra la contaminación o convenientemente apartado de ella, revive la posibilidad de reencontrarse con nuevas hornadas de gente trabajadora que ya sabe, por experiencia en sus propias carnes, lo que es la explotación pura y dura… sin paliativos o con placebos de peor calidad.

Podría decirse que el triunfo, aparentemente arrasador, de tu implacable minoría explotadora, de tus adictos incorregibles a la plusvalía, durante estos últimos años, ha terminado por descarnar tus apariencias rosáceas hasta volver a unas imágenes en blanco y negro, casi decimonónicas, muy polarizadas, en las que ricos con chistera y tribuna ya no se hacen tan fácilmente con una multitud de pobres y, además, proletarios. Respondones, cabreados y con la mosca no ya tras la oreja sino metida en el cerebro. Es verdad que ya no funcionan como antes los bombardeos con tarjetas de compra de los grandes almacenes. Y es verdad también que no solamente hay poco trabajo sino poco sueldo y esas realidades básicas enseñan mucho. Por ejemplo, a comprender la necesidad de contar con sindicatos que no renuncien a la lucha de clases.

Por si no fuera bastante lo de no tener dinero, vuelves a cambiar la zanahoria por el palo y nos mandas a los guardianes de tu orden y mando a defender a los patrones cuando ni siquiera la Administración de la Justicia les dá la razón. Mira el caso de la que vendían como “chispa de la vida”, que emplea toda su maquinaria publicitaria en tratar de disimular sus chorizadas mientras los guardias acuden para ayudar al desmontaje de la fábrica.

La publicidad sigue estando de tu parte y tus voceros bocazas siguen proclamando confusiones como infusiones de café de calcetín: cada vez sabe más a calcetín y menos a café; pero la realidad deja claramente al descubierto tus vergüenzas y la inconsistencia de los palos de tu sombrajo, que van anunciando que no soportan más tu tinglado, que se desmorona no por edad sino por anquilosamiento. Lo nuevo no es solamente lo joven. Es también lo que se mantiene lúcido, ágil, responsable ante el prójimo y generoso. Y mucha gente se está incorporando a esta novedad desde distintas edades y experiencias. Algunos dicen compartir una ilusión. Yo prefiero, además del necesario entusiasmo, la complicidad de la intención puesta en común con la inteligencia del pueblo…organizado.