La II Conferencia del Mediterráneo de la IZQUIERDA concluyó ayer, 22 de febrero, con una declaración que, además de ofrecer un exhaustivo análisis de la compleja situación en la que se encuentran los países del Mediterráneo, marca las posiciones comunes y los principios de acción coordinada de los partidos reunidos. En la declaración se dejó claro que sólo un cambio radical del orden social y económico dominante puede dar una respuesta a la demanda de justicia social que crece en el Norte y Sur del Mediterráneo.
Algunos de los objetivos marcados son los de mantener el área del Mediterráneo libre de armas nucleares y de bases militares de la OTAN y la defensa y protección del medio ambiente y de los bienes comunes, como el agua y todos los servicios públicos, que deberían estar bajo control democrático y popular. Igualmente se concretó una hoja de ruta con las alternativas que la izquierda de los dos lados del Mediterráneo plantea en cuestiones como Palestina, el Sahara, Chipre y el pueblo kurdo. En este sentido, la II Conferencia del Mediterráneo proclamó su respaldo al reconocimiento a los derechos civiles y humanos en toda la región, así como a las luchas para terminar con la ocupación, que aún existe alrededor del Mediterráneo, defendiendo el derecho de autodeterminación de los pueblos.
También se clausuró con la convicción de que ha sido un paso hacia adelante entre la cooperación de las organizaciones políticas de izquierda de las dos orillas del Mediterráneo. Se consolidó el compromiso de reforzar “la cooperación entre nuestros partidos, organizaciones de jóvenes y mujeres, entre los sindicatos y los activistas sociales, artistas, intelectuales”. Igualmente se saludó la esperanza que han abierto para todo el Mediterráneo la victoria de Syriza en Grecia y la del pueblo kurdo en la región de Rojava.
Durante los 3 días que duró está conferencia de Estambul se debatió sobre las alternativas de izquierda para la región, las estrategias de luchas populares contra las políticas de austeridad y pobreza impuestas por las instituciones financieras internacionales, sobre el crecimiento, la justicia social, la ecología y el socialismo, sobre migraciones, refugiados y libertad de movimiento con igualdad de derechos para todos. También sobre las fuerzas reaccionarias políticas y religiosas que ponen en peligro la democracia y se utilizan como herramientas para fragmentar a las sociedades.
El resultado recogido en esta declaración es aunar la luchar contra el racismo y la xenofobia y fuerzas reaccionarias, en favor de los derechos civiles y humanos de todos los migrantes, y defender la secularización y por la oposición a la discriminación por motivos de raza, género o religión. También se dejó claro que la cuestión no es un choque de civilizaciones, como intenta provocar el imperialismo, sino una lucha de clases, tanto a nivel nacional como internacional.
El próximo mes de marzo, durante el Foro Social Mundial, que este año se vuelve a celebrar en Túnez, se empezará a trabajar en la celebración de la que será la II Conferencia del Mediterráneo organizada por el Partido de la Izquierda Europea.