El primer plenario de la Universidad de Verano del PIE, que comenzó ayer en Litomerice (República Checa), se dedicó al debate sobre el futuro de Europa, la igualdad, la justicia y la coherencia social, contando con las experiencias y contribuciones de Europa Central y del Este.

El presidente del PIE comenzó haciendo un análisis de la situación partiendo del enfrentamiento entre dos modelos de entender Europa. De un lado la Europa “ultraliberal” dirigida por las fuerzas hegemónicas que representan a “una Europa cada vez más autoritaria, con el poder cada vez más concentrado en menos manos y con los principios democráticos suspendidos”. Del otro lado “una fuerza política nueva que se pronuncia sobre la emancipación de la tutela financiera y política de los mercados y de la presión alemana”, que es el gobierno griego de Syriza, que trata de aplicar su programa de gobierno.

La conclusión de Laurent es que “la crisis griega representa la crisis del modelo europeo” Explicó que tras la victoria del referéndum griego contra la política de la Troika, “las fuerzas que dominan hoy la construcción de Europa han rechazado todo compromiso viable para permitir una salida social de la crisis en Grecia, “demostrando claramente cuál es su concepción de Europa”. Más aún, “ahora quieren hacerles pagar por los resultados del OXI en el referéndum con la expulsión”. “Si lo hacen será la negación de la soberanía de los griegos y será un peligro para todos, una irresponsabilidad porque será la solución más cara para Grecia y para todos”, señalando las consecuencias de la bancarrota en Grecia.

La solución que imponen no es para salvar a Europa, sino que obedece a las demandas de los poderes financieros, sin importarles quiénes son las víctimas, haciendo pagar la crisis a los ciudadanos destruyendo el sistema europeo de protección social.

La integración de los países del Este en la UE

Ese modelo neoliberal de Europa es el que se aplicó también con la integración de los países del Este a la Unión Europea, detalló Pierre Laurent. Fue “una integración hecha no con la idea de una ampliación política sino como un modelo impuesto en el que los países del Este de Europa quedaban como una reserva de mano de obra barata, y unos recursos al servicio de los intereses de Europa y de los Estados Unidos” algo que utilizaron para la deslocalización y bajar los salarios en el resto de Europa para que pudieran ser más competitivos. “Fue un ataque del sistema contra los derechos laborales” y el resultado es que “hoy estamos en una situación donde los trabajadores de toda la Unión Europea están sobreexplotados”.

La integración se hizo con unos principios “muy estrictos, una venganza política y económica, negando todos los éxitos del pasado, sin garantías sociales, destruyendo las sociedad, desintegrando el socialismo, negando su cultura y sus principios democráticos“.

Esa voluntad de integración financiera occidental ha ido acompañada de la política expansionista de la OTAN, explicó Pierre Laurent, que “está utilizando a los países del Este de Europa en su estrategia de confrontación con Rusia”, una estrategia agresiva que está creando mucha tensión en los países que comparten frontera con Rusia, con riesgo de desencadenar una guerra en el Este de Europa. Y en esto, apuntó, “la expulsión de Grecia traería consecuencias geoestratégicas muy graves e irresponsables”.

Otro peligro del que advirtió el presidente del PIE fue el aumento del poder de la extrema derecha, alimentada por los resultados provocados por la duras medidas exigidas para la integración en la Unión Europea, que fueron “acompañadas de un anticomunismo alentado por la inteligencia europea”. Y ese peligro se activa aún más con la campaña antigriega.

Descrito el escenario, el presidente del PIE, pasó al qué hacer y el trabajo que debe desempeñar la izquierda europea, que “tiene que ser responsable de evitar el choque de civilizaciones”.

Al Partido de la Izquierda Europea le corresponde presentar la alternativa. Una alternativa que Pierre Laurent fue desglosando en su intervención y que se basa en la construcción de un modelo de armonización social frente a la competencia entre países. Esa armonización incluye la reivindicación de un salario mínimo convergente, que empiezan a reivindicar los sindicatos europeos, “y que debe de ir acompañado de protección social para evitar el dumping social”. Hizo hincapié en la defensa y protección de los derechos de la mujer “superiores en los países del Este frente a los países del Sur” ya que son cruciales en esta batalla.

Otro pilar de la alternativa de la izquierda es “promover la capacidad productiva de cada país contra la depredación de los recursos y la industria por parte de las trasnacionales”. Dijo que la destrucción de las capacidades productivas nacionales está afectando a todos, Francia incluida. Y para poder llevar a cabo todas las políticas económicas “hay que reconstruir y reconquistar los mercados financieros” con la creación de un banco público europeo de inversiones.

Y el último eje expuesto fue el de la paz y el desarme frente a la “otanización y militarización de la Unión Europea”.

Explicó que todas éstas batallas de las que habló son batallas europeas y “hace falta desarrollar políticas de solidaridad activa de forma que a todos los europeos nos concierna lo que pase en Grecia, en España, en Irlanda o en cualquier otro país. No podemos salir adelante con soluciones nacionales, que claro que son fundamentales, pero lo importante es una salida europea”, concluyó.