Queridas camaradas, queridos camaradas:

Vaya en primer lugar nuestro agradecimiento al Partido Comunista, Turquía por la calurosa acogida y hospitalidad así como el reconocimiento por el tremendo esfuerzo político y organizativo que supone organizar el XVII Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros. Desde el Partido Comunista de España, valoramos positivamente la continuidad que supone la celebración del Encuentro, como expresión de la cooperación y la solidaridad, desde la pluralidad de posicionamiento y trayectorias, entre los partidos comunistas y obreros, partiendo del reconocimiento colectivo como parte de un movimiento comunista internacional al servicio de las aspiraciones vitales de las trabajadoras y trabajadores.

Celebramos el Encuentro en un panorama internacional mucho más desfavorable para las aspiraciones de la paz y el progreso de los pueblos. Es más, las agresiones auspiciadas por EE.UU, la OTAN o la UE, sufridas en los últimos años por varios países de Asia, Oriente Medio y África, nos dejan un panorama de países destruidos; sociedades desmanteladas desde el punto de vista de la cultura, la convivencia, los derechos sociales o la libertad religiosa, vuelta a la edad media para la mujer o la infancia y dilución del papel del Estado, cuyo lugar es ocupado por los nuevos “Señores de la Guerra”, que financiados por los Servicios Secretos de países occidentales o por las “monarquías petroleras” tienen a su disposición a verdaderos ejércitos de mercenarios que se ofrecen en cada momento al que más paga. Es este el resultado buscado por el Imperialismo, pues desde el análisis y la caracterización del imperialismo debemos partir en los mensajes que lanzamos a los trabajadores y pueblos del mundo desde el movimiento comunista internacional.

Desde el Partido Comunista de España vemos con verdadero estupor como cientos de miles de seres humanos que huyen de la guerra e intentan entrar en Europa son tratados como ganado, agredidos o confinados en nuevos campos de concentración que nos recuerdan otras épocas terribles de la historia reciente del viejo continente. Los que mandan construir muros de alambradas contra el hambre y la desesperación son fascistas, los fascistas de siempre se disfracen como se disfracen. Pero, por desgracia, también debemos de tomar nota de algo terrible: la parte de la población que ofrece agua y alimentos a los que ponen las alambradas, en lugar de a los refugiados, están inoculados por el virus del fascismo, por “El fascismo ordinario” del que nos hablaba el cineasta soviético Mijail Romm, en su magnifico documental de 1965.

Por otro lado, desde el PCE no podemos sino rechazar por hipócritas los discursos de la socialdemocracia que llora lágrimas de cocodrilo ante el llamado “drama humanitario” y el nuevo peligro del Estados Islámico. Los que apoyaron las ingerencias en Estados soberanos son corresponsables de esta situación.

Para los comunistas españoles la solución está en que paren la guerra los que la iniciaron y sostienen, en dejar de armar y financiar a los grupos de la llamada “oposición siria” (que no deja de ser otro enjambre de grupos de mercenarios), de dejar de armar al ISIS, de prohibir la compra de petróleo en los territorios que controlan y en levantar el embargo al gobierno de Siria.

Desde el PCE creemos que hay que apoyar a los pueblos que organizan la resistencia frente a los que habían diseñado un futuro unipolar bajo el cántico al “capitalismo triunfante”. En consecuencia, valoramos positivamente los procesos de afirmación popular desarrollados en América Latina, enfrentando decisivamente el embate de los poderes imperialistas y el influjo de la estrategia neoliberal, que tantos estragos ha producido desde la década de 1980 en todo el planeta. No podemos dejar de mencionar que de no haber sido por la resistencia de Cuba y su revolución, hubiera sido más difícil, por no decir imposible, para el resto de pueblos desafiar al imperialismo.

No olvidamos, por tanto, el ejemplo de dignidad y de victoria de Cuba y de su Revolución, de la República Bolivariana de Venezuela, de Bolivia, Ecuador y Nicaragua; de los grandes avances en Uruguay, Argentina, Brasil o Chile; tampoco dejamos de notar los retos pendientes (en especial frente a las intrigas e injerencias de los Estados Unidos y la UE), y la crucial importancia de la solidaridad internacional para enfrentarlos.

En este apartado, hacemos especial mención a las victorias de Cuba en este último año, a la vuelta de los 5 héroes a la patria, al restablecimiento de relaciones diplomáticas con EE.UU, a unos logros que son el resultado de no haber abdicado en los principios y de haber resistido frente al imperio más poderoso conocido en la historia. Es el mantenimiento de los principios el que logrará, con la solidaridad de los pueblos y las fuerzas progresistas, derrotar el bloqueo y seguir construyendo el socialismo con la fuerza de la razón histórica.

Mención aparte merece tambien la necesaria intensificación de la solidaridad de todos los Partidos Comunistas del mundo con los camaradas del Partido Comunista de Ucrania acosado y perseguido por el fascismo gobernante en Kiev y sostenido por EE.UU, la OTAN y la UE.

Con respecto España, vivimos un proceso histórico en el que las elecciones generales convocadas para el próximo 20 de diciembre nos sitúan ante el cambio de ciclo histórico. Comenzamos a vivir una nueva fase de nuestra historia donde se dilucida si se consolida el “nuevo pacto de estado” con un nuevo modelo económico-social neoliberal, con los derechos y libertades civiles rebajados, un sistema institucional de democracia limitada y la “bendición” del nuevo rey que, aunque mucho más joven y de imagen moderna, es más reaccionario.

No ha sido posible la unidad electoral de todas las fuerzas rupturistas a fin de comenzar un proceso constituyente que rompiera con las ataduras del régimen del 78 y pudiera iniciar un proceso de recuperación de derechos sociales y democráticos perdidos y de recuperación de la soberanía popular en todas las esferas de la vida política. Y partimos del convencimiento de que el resultado de la actual fase determinará el destino del país para varias décadas.

El Partido Comunista de España, a este respecto, seguirá estando al lado de las capas populares en las movilizaciones y reivindicaciones; denunciando los intentos de la oligarquía de perpetuar su poder, y contribuyendo a la formación de un proceso de Unidad Popular que desemboque en un periodo constituyente, que habrá de ser anti-oligárquico, republicano, federal y soberano (y también, crucialmente, feminista); en una perspectiva anticapitalista que marque el camino de construcción del socialismo en nuestro país. Ésta es nuestra posición, y nuestro empeño.

El PCE define los primeros pasos de su alternativa económica, social y política, hacia un nuevo modelo productivo, en función de las Resoluciones y acuerdos aprobados en sus Congresos y Conferencias:

– Auditoría y rechazo de la deuda pública ilegítima.
– Reforma de la Constitución para priorizar el gasto social.
– Derogar las reformas laborales y de pensiones aprobadas por gobiernos de PP y PSOE.
– Reforma fiscal progresiva y lucha contra el fraude.
– Empleo público para desempleados sin subsidio.
– Garantía del derecho a la vivienda.
– Creación de un sistema de banca pública.
– Nacionalización de los sectores estratégicos de la economía
– Control ciudadano y popular sobre el gasto y la gestión pública.

En este sentido, y por coherencia, para nosotros es una contradicción decir que se defienden políticas a favor del pueblo y, al mismo tiempo, defender como un dogma la existencia de la Unión Económica y Monetaria y la Unión Europea. El PCE aprobó en su último congreso la ruptura de la Europa del Euro. Hay que recuperar la soberanía perdida en favor de los grandes monopolios. No hay alternativa en el marco del Euro y la UE.

En otro orden de cosas, tal y como hemos repetido en encuentros anteriores, el PCE considera que la lucha contra el capitalismo debe ir aparejada a la lucha contra el patriarcado; la plena igualdad no se consigue si no se entra también en la lucha por nuevos valores, por la igualdad real en el ámbito de lo privado. En este sentido, nuestro partido se está volcando, en todo el Estado español, en el apoyo y el impulso a la reorganización de Movimiento Democrático de Mujeres (perteneciente a la FDIM). Tal y como dijimos, el socialismo y la revolución han de tener también rostro de mujer.

Camaradas, la política internacional del PCE sigue pasando a través de las siguientes líneas fundamentales:

• El PCE, en su apuesta por la paz, intensifica su movilización contra la OTAN, sus actuales maniobras “Trident Juncture” en el suelo y las aguas de la Península Ibérica, las bases militares norteamericanas o el escudo antimisiles.
• El PCE considera el apoyo a la Revolución Cubana como el elemento central de su política de solidaridad internacional.
• El PCE seguirá apoyando la lucha del pueblo saharaui y de su legítimo representante, el Frente POLISARIO, por el reconocimiento pleno y universal de la República Árabe Saharaui Democrática.
• El PCE continuará exigiendo y luchando por el derecho del pueblo palestino a su propio Estado.

El PCE seguirá apostando por su participación en foros unitarios (regionales o mundiales), de las fuerzas progresistas, antiimperialistas o antineoliberales. El PCE sigue considerando que ello no es contradictorio, sino complementario, con la existencia de un foro para la reflexión, coordinación y construcción de la alternativa comunista. Para ello, creemos que es necesario seguir fortaleciendo el papel del Encuentro de Partidos Comunistas y Obreros.

Nuestro XIX Congreso afirmó la necesidad, la creencia y la apuesta del PCE en la existencia del movimiento comunista internacional, desde el máximo respeto mutuo a la independencia y análisis de cada Partido Comunista en su ámbito de actuación y en el papel vital de los partidos comunistas como instrumento al servicio de la clase obrera mundial.

Sólo el comunismo asegurará el futuro de la humanidad.

Muchas gracias