Un pacto con la DEA y su complicidad con el jefe de seguridad del presidente Álvaro Uribe podrían explicar por qué el narcoparamilitar colombiano Memo Fantasma, cuyo auténtico nombre es Guillermo León Acevedo Giraldo, mantiene negocios inmobiliarios en Madrid con absoluta impunidad aunque está acusado de ordenar miles de asesinatos y de introducir centenares de toneladas de cocaína en Estados Unidos.

Esta información es el resultado de dos años de averiguaciones del Centro de Investigación sobre el Crimen Organizado (InSight Crime) que tropezó con el hermetismo de la policía colombiana y de la agencia de Estados Unidos contra el narcotráfico (DEA) como si una red de poderosos intereses lo protegiera.

Ahora se ha confirmado su complicidad con el general Mauricio Santoyo, encarcelado por aliarse con los paramilitares y los narcotraficantes mientras era el jefe de seguridad del presidente Álvaro Uribe. Y también que compartió negocios inmobiliarios con una empresa de Marta Lucía Ramírez, la actual vicepresidenta de Colombia.

Expediente fantasma

Guillermo León Acevedo Giraldo, conocido inicialmente como el paramilitar Sebastián Colmenares o el narcotraficante Memo Fantasma, desapareció de Colombia en 2008 después de haber sido comandante del Bloque Central Bolívar, la formación más poderosa de las Autodefensas Unidas de Colombia, el ejército paramilitar que dominó el narcotráfico. Los testimonios conseguidos por InSight Crime entre los sicarios de aquella organización le atribuyen la responsabilidad de 10.000 asesinatos y de una gran cantidad de crímenes contra la humanidad que por su naturaleza son imprescriptibles, lo que podría llevarle ante los tribunales.

Aunque él lo niega, la Fiscalía General de Colombia ha confirmado que el supuesto empresario afincado en España es en realidad aquel narcoparamilitar. Lo que sorprende es que no haya un expediente judicial en su contra ni en Colombia ni en Estados Unidos.

Según InSight Crime, fue el general Santoyo el que borró su rastro criminal y con la DEA, que mantiene en secreto la documentación sobre el caso, negoció la impunidad que le permitió instalarse en España con su fortuna de narcotraficante a cambio de información para encarcelar a sus socios en el negocio de la cocaína. “Está protegido”, aseguran fuentes policiales estadounidenses.

Con los Uribe

Los investigadores que lo han rastreado sospechan que sigue blanqueando dinero procedente del narcotráfico y cuentan que sus contactos en la policía española confirman que “provocó nuestra atención porque había comprado propiedades a dos lavadores de dinero colombianos de la vieja guardia”. En Medellín tiene una compañía, AVIEL, de aviones y helicópteros.

En Madrid y Sevilla las empresas Prime Desarrollos Urbanísticos y Promensula Desarrollos, registradas en el bufete de abogados Zurbana&Caracas.

La vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, ha reconocido que la empresa de la que son accionistas ella y su marido se asoció con Guillermo León Acevedo Giraldo en un negocio de construcción en Bogotá pero asegura que no sabía quién era.

La relación con los Uribe tiene más capítulos, además de la complicidad con el jefe de seguridad del presidente. Al narco Memo Fantasma le atribuyen una ruta de cocaína desde Medellín a México, asociado con Dolly Cifuentes, casada con un hermano de Álvaro Uribe. Mario Uribe, el primo favorito de Álvaro, también condenado por complicidad con los paramilitares, utilizó un helicóptero prestado por Acevedo en su campaña de 2006 para el Senado.