En esta suerte de lotería que dicen que es el Borbón Tour 2020, los extremeños y las extremeñas hemos tenido que ver como la monarquía ha intentado utilizar en dos ocasiones nuestra tierra para tratar de limpiar la imagen de esta arcaica institución rodeada de casos de corrupción.

La primera visita a Extremadura dentro de la gira de los Borbones por todo el Estado se produjo el 1 de julio en Badajoz. Felipe VI y Pedro Sánchez protagonizaron un acto simbólico de apertura de la frontera en la Alcazaba de la ciudad junto al presidente y el primer ministro de Portugal. Pese a la fuerte presencia policial y aunque el acto se desarrollaba en una fortificación, militantes del PCE y de la UJCE consiguieron estropearle al Borbón su acto propagandístico y, mientras paseaba por las murallas del recinto, tuvo que escuchar como el pueblo gritaba ¡Viva la República! ¡España mañana será republicana! y ¡Gastos reales para escuelas y hospitales!

La continuación de un régimen fascista

El segundo intento fue el 22 de julio. El rey y la reina asistían a la inauguración del Festival de Teatro Clásico de Mérida. Un festival de reconocido prestigio que tiene su origen y debe parte de su fama al esfuerzo que realizó la II República para ponerlo en marcha y a cuyas primeras ediciones asistió Manuel Azaña. Con una ciudad tomada prácticamente por los antidisturbios traídos desde Sevilla, decenas de personas se concentraron en la puerta del Teatro Romano de Mérida para reclamar que abdiquen y dejen de vivir a costa del pueblo. La protesta siguió dentro del teatro y, antes de comenzar la representación, cuando los monarcas entraron en el recinto, tuvieron que escuchar vítores a la República y peticiones de que devuelvan lo robado.

Dos veces lo han intentado y dos veces el digno pueblo extremeño ha respondido a la provocación que supone ver a los Borbones pavoneándose por nuestra tierra. Mientras Leonor tiene una renta anual de 100.000 euros, la media en Extremadura es de 17.000. El pueblo extremeño conoce de sobra a esta familia de parásitos y sabe que la única razón por la que un Borbón puede situar a Extremadura en un mapa es por las cacerías a las que asisten en grandes fincas de la región junto a caciques, terratenientes y señoritos.

El pueblo extremeño no olvida que esta familia reina porque fue la continuación de un régimen fascista que regó de sangre toda la región para poder imponerse.