Arqueólogos peruanos acaban de descubrir el mayor sacrificio ritual de menores del mundo, con 227 víctimas, realizado por la cultura preincaica Chimú, entre otras muchas matanzas menores, para aplacar a los dioses. Como estaban en pleno auge todavía los masivos sacrificios humanos aztecas, cuyas víctimas se buscaban en incesantes guerras con sus vecinos, genocidio que sólo terminó al vencer Cortes liderando a esos indios sacrificados como ganado.
Sí, como hemos documentados quienes hemos dedicado muchos años a estudiar esos temas, fue con la Conquista española cuando terminaron los rituales y las guerras genocidas en América, tan frecuentes después desde el principio y hasta la conquista del Oeste por los ingleses y sus descendientes y la “Conquista del Desierto” de los independizados criollos argentinos.
Sin duda, a pesar de la prohibición de los Reyes Católicos, continuaron unas “encomiendas”, como la servidumbre feudal medieval en España, pero en general mucho menos dura que la esclavitud que defendieron hasta mucho después, a muerte y guerra civil, los norteamericanos en Norteamérica. En definitiva, en su contexto histórico y como Estado, España estuvo humanitariamente muy por encima de sus vecinos, creando incluso 27 universidades, contra ninguna de Francia o Inglaterra. Hay que ser un necio acomplejado por las viejas y hoy desacreditadas calumnias difundidas entonces por nuestros competidores económicos, militares e ideológicos, para sostener todavía en España, hasta bajo capa de defensa de los derechos humanos que entonces practicamos con menos fallos que ellos, que en esa etapa de nuestra historia “no hay nada que celebrar”.