Cuatro palestinos fueron asesinados el 3 de noviembre a manos de fuerzas israelíes en Jenin, Beit Duqu y en la Ciudad Vieja de Jerusalén ocupada. Otras cuatro personas han resultado heridas, entre ellas un niño de 8 años. En lo que va de año, soldados y policías israelíes han matado a 141 palestinos en la Cisjordania ocupada.

Fuerzas israelíes mataron este jueves a cuatro civiles palestinos, entre ellos un niño de catorce años. Tres han muerto en la Cisjordania ocupada y otro en Jerusalén.

Según ha informado el Ministerio de Sanidad palestino, dos personas «fueron asesinadas por fuego real de las fuerzas de ocupación en Jenin», en el norte de Cisjordania. Se trata de Farouk Salameh, de 28 años, y Mohamed Jaluf, de tan solo 14 años. Otras cuatro personas resultaron heridas, entre ellas un niño de 8 años.

También en la Cisjordania ocupada, en la localidad de Beit Duqu, entre Jerusalén y Ramala, Jalil Rayan, de 42 años, murió tiroteado por las fuerzas de Israel. Rayan presentaba disparos de bala en el corazón.

Por último, Bader Amer, de 20 años, fue abatido por fuerzas israelíes en la Ciudad Vieja de Jerusalén tras atacar presuntamente a un policía con un arma blanca.

141 palestinos asesinados en lo que va de año

La Cisjordania ocupada sufre el mayor grado de violencia en más de quince años, con 141 palestinos muertos en lo que va de año.

Este viernes, 4 de noviembre, otro niño de 14 años fue herido de bala en un muslo por disparos del ejército israelí en el campo de refugiados de Aida, al norte de Belén. Las fuerzas de ocupación dispararon fuego real, granadas aturdidoras y gases lacrimógenos contra los residentes.

A esto se suman nuevos bombardeos sobre Gaza, registrados 48 horas después de la victoria electoral del ex primer ministro Benjamin Natanyahu con su partido, Likud, en alianza con sectores de la derecha religiosa y ultranacionalista. En Gaza viven hacinados 2,3 millones de palestinos, bajo asedio y un bloqueo por mar, tierra y aire desde 2007.

La Presidencia de la Autoridad Palestina acusó a Israel del repunte de la violencia y alertó que podría conducir a «un punto de no retorno» con consecuencias «devastadoras para todos».

«Hacemos responsable al Gobierno de Israel del repunte de las tensiones sobre el terreno contra el pueblo palestino y pedimos a la Administración de Estados Unidos que aplique aquello a lo que se ha comprometido y actúe inmediatamente para presionar a Israel para que detenga sus crímenes contra la población palestina», expresó el portavoz de la ANP, Nabil abu Rudeina.