A la protesta pacífica, convocada por la Asamblea del Pueblo bajo el lema “Inglaterra está arruinada”, se sumaron los principales sindicatos británicos, organizaciones ambientalistas como Just Stop Oil y Extinction Rebellion, y la coalición pacifista Stop the War. El exlíder del Partido Laborista Jeremy Corbyn y otros diputados opositores se unieron a los manifestantes.
Miles de personas marcharon bajo la lluvia desde Embankment hasta Trafalgar Square, en el centro de Londres.“Fuera los tories, fuera Rishi,” corearon los manifestantes en alusión al partido gobernante y al primer ministro Rishi Sunak, quien la semana pasada se convirtió en el tercer inquilino del número 10 de Downing Street en los últimos dos meses, tras las renuncias consecutivas de Boris Johnson y Liz Truss.
«El gobierno está en una profunda crisis y el tercer primer ministro en cuestión de meses ha sido designado por una pequeña élite. Queremos que la gente de la clase trabajadora se una a nosotros en este día para demostrar lo enfadados y decididos que estamos, y luchar contra la nueva ola de austeridad que el gobierno nos está imponiendo», dijo Ramona McCartney, coordinadora de la Asamblea del Pueblo.
Corbyn: “El Gobierno está obligado a escuchar”
Entre los oradores que intervinieron en la concentración se encontraban Mick Lynch, secretario general del sindicato ferroviario, marítimo y de transportes (RMT) -cuyos miembros tenían previsto hacer huelga el sábado hasta que se suspendió la acción el viernes- y el ex líder laborista Jeremy Corbyn, quien dijo que el Gobierno se vería «obligado a escuchar» a los manifestantes que reclaman mejoras salariales y derechos de los trabajadores.
«El Gobierno, por supuesto, está finalmente obligado a escuchar, al igual que las compañías ferroviarias, por lo que han reabierto las negociaciones con el RMT», dijo.
«La gente de aquí está muy decidida. No van a permitir que se discrimine a las personas con discapacidad, no van a consentir un empobrecimiento creciente en nuestra sociedad».
Corbyn, que se presenta como independiente después de que la dirección actual del Partido Laborista lo apartara, declaró que había asistido a la marcha con otros diputados laboristas, y que creía que los miembros del gabinete en la sombra también deberían haber estado allí.
En la marcha participaron además grupos anti-racismo que exigen la destitución de la ministra de Interior, Suella Braverman.



