Dos meses después de su repunte en Haití, el cólera ha causado la muerte de 230 personas en el país, según las cifras más recientes dadas a conocer este jueves por el Ministerio de Salud haitiano. Un total de 154 de los fallecimientos ha ocurrido en centros de salud, mientras las autoridades aseguraron que hay 1.082 casos confirmados y que 10.584 personas han sido hospitalizadas.
Estas cifras muestran un fuerte aumento de casos de cólera en un país azotado por una severa crisis en todos los órdenes.
El Departamento de Occidente sigue siendo el más afectado con más de 885 casos confirmados de 11.460 casos sospechosos, siendo la ciudad más afectada Puerto Príncipe con 4.152 casos sospechosos y 256 casos confirmados.
Los niños, principales afectados
La epidemia actual está afectando en mayor proporción a los más jóvenes. La edad promedio de los pacientes afectados durante la epidemia de 2010 fue de 24 años, en comparación con los 12 años de este rebrote.
El rebrote del cólera afecta de manera desproporcionada a los niños.
Esto puede deberse al hecho de que los niños nunca estuvieron expuestos a la bacteria y no fueron vacunados, según un estudio realizado por investigadores haitianos publicado en “The New England Journal of Medicine”.
Las Naciones Unidas dieron a conocer recientemente que Haití se encuentra en un nivel 5, equivalente a una situación de hambre “catastrófica”, y es probable que la desnutrición severa haga que los niños sean más susceptibles a las enfermedades.
Además, la inseguridad y la escasez de combustibles en Haití son factores que favorecen la propagación de la enfermedad.
Sin combustibles, la empresa nacional de agua no puede bombear el líquido potable de sus embalses a las poblaciones de mayor riesgo que viven en barrios caracterizados por altos niveles de pobreza.
Estos residentes ahora se ven obligados a beber agua contaminada. Las fuertes lluvias recientes inundaron el centro de Puerto Príncipe, incluidas las letrinas, y arrastraron aún más basura en los barrios bajos, aumentando la contaminación de las aguas.
Haití, entre la crisis y el cólera
Hasta la aparición de estos casos recientes, Haití no había experimentado un solo caso confirmado de cólera en más de 3 años.
Esto ocurre una década después de que uno de los peores brotes de cólera en la historia moderna golpeara el país, con más de 800.000 casos y 10.000 muertes.
Este brote se controló mediante una respuesta integral que incluyó el tratamiento de la enfermedad, la mejora del agua potable, el saneamiento y la higiene.
El resurgimiento del cólera coincide con el reciente caos político, económico y social, la violencia de las bandas armadas y el bloqueo del puerto principal de Puerto Príncipe, que provocó una escasez extraordinaria de alimentos, agua potable y combustibles.
Diálogo político estancado
Las negociaciones entre partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil se han estancado. El líder del partido Unir Haití, Clarens Renois, dijo al diario Le Nouvelliste que la ralentización tiene entre sus causas las sanciones de Canadá y Estados Unidos.
El también periodista indicó, asimismo, que actualmente existe una tregua extraoficial por el Mundial de Fútbol, al tiempo que prevalece la falta de voluntad para realizar concesiones.
Aunque ciertos partidos acordaron negociar con el primer ministro, Ariel Henry, pese a que pedían su renuncia, el jefe de gobierno parece no ceder a sus peticiones. Henry está no está de acuerdo con la formación de un Alto Consejo de Transición que tendría más poder que el Consejo de Ministros, aseguró Renois.
Mientras la élite política evade el diálogo, la situación continúa cuesta abajo en Haití y esta semana el Instituto Haitiano de Estadísticas registró una inflación del 38,7 por ciento, la mayor en décadas.
Solo poco más del 30 por ciento de las escuelas pudieron reiniciar las clases y los niños asisten a las aulas sin uniformes, por temor a ser identificados.
A mediados de semana residentes de Source Matelas en el norte de la capital denunciaron una nueva masacre a manos de una pandilla armada, que se cobró la vida de al menos 12 personas, mientras persisten los secuestros y el control de las pandillas en la capital y sus alrededores.
Medios de prensa contabilizan esta masacre como la tercera ocurrida en Haití durante el año en curso, tras las sucedidas en Cité Soleil y Croix des Bouquets, que en su conjunto han dejado más de 500 muertos y miles de desplazados.
Mientras tanto, la población de Haití rechaza cualquier fuerza de intervención extranjera, tras el desastroso resultado de la presencia de Cascos Azules entre 2004 y 2019, cuya supuesta «misión humanitaria» trajo asesinatos, violaciones y más pobreza, lo que alimenta las bandas criminales armadas, como analiza Vijay Prashad en la entrevista que le hizo Democracy Now en octubre:
(*) Fuentes: Prensa Latina, TeleSUR, Nodal