Ana Obregón ha sido la última en sumarse a la lista de famosos que han sido padres y madres a través de la gestación subrogada. El pasado 20 de marzo, la actriz se convertía en madre de una niña a los 68 años casi tres años después de la trágica muerte de su hijo fallecido el 13 de mayo de 2020 víctima de un cáncer.

Como en España no es legal, la práctica utilizada es alquilar vientres en los países en los que sí que se permite la práctica y luego traer a las hijas e hijos así gestados para inscribirlos en el Registro en España. En un proceso marcado por una opacidad jurídica del procedimiento, por lo que los datos de la magnitud de esta práctica son limitados.

No obstante para hacerse una idea, según ABC, entre 2017 y 2020 se recibieron 1.707 solicitudes para inscribir a menores nacidos por maternidad subrogada como españoles. Por su parte, los datos del Ministerio de Asuntos Exteriores en respuesta a una petición al Portal de Transparencia, desvelan que entre 2010 y 2020 se recibieron en los consulados españoles 2.856 solicitudes de inscripción de menores nacidos por esta vía, de las cuales se aceptaron más de 2.500, casi el 88%..

La mayor parte de la gestación subrogada la llevan a cabo parejas heterosexuales. Según los datos aportados por Exteriores el 65% de las solicitudes de inscripción (1.857) corresponde a parejas heterosexuales, el 23% (653) a parejas homosexuales y el 12% (346) a personas sin pareja. Depende mucho de los cambios geopolíticos y económicos y las normativas de los Estados que legalizan o no está práctica. Por ejemplo, en Ucrania la demanda se ha intensificado con la guerra en 2022 y también se ha trasladado a otros países como México.

¿Cómo está regulado en otros países?

En 2015 el Parlamento Europeo se opuso a la gestación subrogada a través de la Resolución de la eurocámara, de 17 de diciembre de 2015: “La Eurocámara condena la práctica de la gestación por sustitución, que es contraria a la dignidad humana de la mujer, ya que su cuerpo y sus funciones reproductivas se utilizan como materia prima; estima que debe prohibirse esta práctica, que implica la explotación de las funciones reproductivas y la utilización del cuerpo con fines financieros o de otro tipo, en particular en el caso de las mujeres vulnerables en los países en desarrollo”.

Por países la gestación subrogada está prohibida en España, Austria, Francia, Alemania e Italia. En otros países no hay legislación sobre el tema y se tolera en la práctica en Bélgica, Holanda, Irlanda y Dinamarca. Por otro lado está autorizada con legislación (autorizada de carácter altruista) en el Reino Unido, Grecia y Portugal. En el caso del país vecino, que aprobó su ley en 2016, ésta ha sido declarada inconstitucional por el Tribunal Constitucional de Portugal, en dos ocasiones. Por último es legal en países como Estados Unidos. También en Ucrania, Rusia, Georgia o Albania permiten esta práctica a extranjeros con una compensación económica para la gestante

¿Qué decimos la izquierda?

Sin eufemismos, comprar bebés es ilegal en nuestro país. Es violencia machista y explotación reproductiva. Es poner los cuerpos de las mujeres pobres al servicio del capital. En España, además, hay una deuda histórica pendiente con la explotación reproductiva de mujeres como violencia política y machista, en muchos casos a través de bebes robados, que durante las décadas de la dictadura y la transición se ejerció contra las mujeres, especialmente las pobres o las consideradas como fuera de la norma.

La gestación por sustitución es nula de pleno derecho en nuestro país, tal y como establece la Ley 14/2006 de 26 de mayo sobre técnicas de reproducción humana asistida, en su art. 10.1., declara nulo de pleno derecho el contrato por el que se concierta
una gestación – con o sin compensación económica y el artículo 221 del Código Penal.

En la Ley Orgánica 1/2023 (reforma de la ley del aborto) se indica expresamente el reconocimiento por primera vez como una manifestación de violencia contra las mujeres y por lo tanto se recoge la prohibición de la publicidad y se ponen en marcha acciones de prevención para concienciar socialmente frente a esta violencia. En el Acuerdo de Gobierno de Coalición para esta legislatura se recoge la oposición a los vientres de alquiler.

La explotación reproductiva está prohibida en nuestra legislación, en coherencia con las recomendaciones del Parlamento Europeo. Los vientres de alquiler socavan los derechos de las mujeres, especialmente de las más vulnerables, mercantilizando sus cuerpos y sus funciones reproductivas. Y por eso, actuaremos frente a las agencias que ofrecen esta práctica a sabiendas de que está prohibida en nuestro país.

Los medios de comunicación del sistema intentan que la sociedad empatice con las familias que recurren a la gestación subrogada, a pesar de ser una práctica ilegal en nuestro país, pero es importante que se piense en la otra parte, en la que no se ve, la que no muestran los medios y son esas mujeres empobrecidas, en situaciones de riesgo, que acceden a esta práctica porque están en una situación de precariedad muy aguda.