Es simplemente bochonorso. La Facultad de Derecho de la Universidad de Extremadura en colaboración con el Consejo Extremeño del Movimiento Europeo y patrocinado por la Fundación Mapfre va a realizar un acto con motivo del 50º aniversario de la institución que ha titulado «La transición española. Un ejemplo de convivencia entre españoles», en donde va a participar Rodolfo Martín Villa, en calidad de exministro.

La conferencia, en la que también participaran Alfonso Guerra, Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Alejandro Cercas, tratará de dar una visión modélica de la transición, contando con la inestimable ayuda de estos 3 militantes del PSOE y obviando que esa llamada transición fue de todo menos ejemplar, pues en ella fueron asesinados por las fuerzas represivas y las bandas fascistas más de 300 personas, sus familiares fueron amenazados y acosados, y en la inmensa mayoría de los casos los criminales fueron protegidos por el Estado.

La estrella invitada, Martín Villa, uno de los altos gerifaltes de la criminal dictadura franquista, está imputado en la querella argentina por 12 asesinatos en el periodo en que fue Ministro de Relaciones Laborales y de Gobernación. Es tal la huella de la sangre que dejó que llega hasta Extremadura. Este falangista que se cambió de chaqueta para amoldarse al Régimen del 78 es responsable de varias masacres como la que sucedió en Vitoria en 1976, durante la cual varios obreros resultaron muertos por la represión policial.

Uno de los trabajadores asesinados ese día fue Romualdo Barroso Chaparro, natural de Brozas en la provincia de Cáceres. El obrero, como tantos otros extremeños y extremeñas había emigrado buscando un futuro mejor y pagó con su vida el organizarse junto a su clase.

Casi medio siglo después de ese crimen, que destacados militantes del PSOE sean cómplices de dicho individuo, y olviden o se pongan manifiestamente en contra de las víctimas, es una afrenta que no podemos dejar pasar por alto ya que además es una ilegalidad manifiesta contra la Ley de Memoria Democrática, además de demostrar una vez más en qué lado de la historia se posicionan.