A finales del mes de agosto del año 1960, viviendo en París, vino a visitarnos a casa el pintor José Ortega (por aquella época miembro del comité central del P.C.E.) para explicarnos su proyecto de movimiento antifranquista desde el arte: Estampa Popular.

En ese momento Paco Cuadrado y Cristóbal Aguilar (habíamos sido compañeros de estudios en la Escuela de Bellas Artes) estaban en Bélgica durante el verano en un campo de trabajo. Les escribí para que vinieran a París y conocieran el proyecto, que enseguida les entusiasmó.

Ortega nos enseñó cómo se trabajaba el linóleo y con una gubia que después nos regaló, realizo unas demostraciones sobre un tapón de corcho. Con una cuartilla, un poco de tinta china y una cuchara que llegamos a gastar por el uso (una prensa resultaba cara para nosotros) aprendimos a estampar.

Esa tarde que pasamos juntos en nuestra casa del número 2 de la Rue de Batignolles, Hotel de Rusia, aprendimos también a fabricar octavillas con la máquina vietnamita, de sobra conocida por todos los demócratas españoles.

Pocos días después volvimos a Sevilla para fundar el Grupo Sevilla de Estampa Popular. En París habíamos comprado treinta gubias por si había otros interesados en formar parte del Grupo. Instalamos nuestro taller en la que sería nuestra vivienda familiar, en el número 13 de la calle Mirlo, barrio de Los Pajaritos, lugar que desde aquel día fue vigilado constantemente por la brigada político-social. Durante algunos años no nos faltó nunca su compañía, siguiéndonos incluso cuando tomábamos el tren para ir de viaje. Esto lo comprobé más tarde cuando al ser detenido por primera vez, encontré en la comisaría a numerosos “compañeros de viaje”.

(*) Sevilla 1936 / Madrid 1996. Testimonio. Extracto de tesina. Universidad Complutense, Madrid 1983