IU quiere, en primer lugar, rendir un emocionado recuerdo a las víctimas del atroz atentado del 11 de marzo en Madrid; segundo, saludar la importante participación popular en estas elecciones: ha sido una victoria de la libertad frente al miedo, frente a la manipulación y la mentira. Ambos hechos han sido determinantes; no hay un equivalente a esta situación de excepcionalidad en nuestro país y, sin duda, los resultados no hubieran sido los mismos en otro contexto. Considerando malos nuestros resultados, IU no quiere dejar de manifestar con sinceridad que vive como propia la victoria de las fuerzas de la izquierda en las elecciones del 14-M.
Tampoco hay que olvidar que en la derrota del PP han influido otros acontecimientos: la Huelga General, la LOU, la Ley de Calidad y, sobre todo, la guerra en Iraq. Todo ello se traduce en una ola de politización de la sociedad que le resta todo carácter de incondicional al voto del PSOE. Más bien lo contrario: no bastará con «tomar nota» para satisfacer las elevadas exigencias de una ciudadanía que ha adquirido conciencia de su capacidad de intervención y de cambio en la política.
Esas exigencias se concretan, por ejemplo, en el compromiso de retorno de las tropas españolas en Iraq, la recuperación de la unidad en la lucha contra el terrorismo, la apertura de una nueva etapa de desarrollo autonómico y la necesidad de impulsar las políticas sociales. A abrir este proceso de cambio político y moral en la sociedad ha contribuido IU con la denuncia y la movilización.
Malos resultados
Reconocemos que los resultados de IU suponen un fuerte retroceso electoral, inesperado y negativo. Una buena parte se debe a los acontecimientos del 11-M; otra, a las consecuencias de la ley electoral injusta que convierte a IU en la sexta fuerza política en escaños cuando es la tercera más votada. La dirección de IU no cree que es el momento de desánimo, ni del victimismo; el nuevo escenario político, sin el PP, ofrece mejores posibilidades a una fuerza como la nuestra.
Desde la autocrítica, precisaos de un análisis pormenorizado de nuestro voto, de la transferencia del voto realizada al PSOE y de otras tendencias que nos ayuden a clarificar nuestro espacio electoral. Dos, no hemos sabido conjurar las llamadas al «voto útil» ni superar las dificultades de consolidar un espacio político para la izquierda transformadora en el contexto europeo que nos envuelve. Tres, necesitamos mejorar el compromiso colectivo de la dirección en la toma de decisiones y reflexionar sobre nuestra debilidad organizativa, la dificultad de representación de los nuevos espacios sociales.
Como compromisos, IU considera prioritario la consolidación de un Grupo Parlamentario: queremos contribuir, desde el Parlamento, a facilitar un cambio de verdad en todas las políticas. Y esto implica un acuerdo con ICV-EUiA basado en un calendario de prioridades compartido y una propuesta programática consensuada. Segundo, reiteramos las 25 propuestas que comprometimos ante la sociedad al comienzo de la campaña electoral. Tres, IU va a comenzar a preparar desde ya mismo las próximas elecciones europeas, que deben ser un punto de inflexión favorable.
También, la presentación por Comunidades y/o provincias de nuestras «25 propuestas para un cambio de verdad» vinculadas a una campaña de afiliación. En el horizonte del próximo otoño, IU celebrará una Conferencia Político-Organizativa donde abordaremos los nuevos desafíos y las mejores respuestas programáticas y organizativas. Por último, se imponen cambios que garanticen un funcionamiento más colegiado, más regular y más eficiente de los órganos de dirección.