Los lectores de Mundo Obrero recordarán que en el número de enero de 2005 publicamos una entrevista con Jorge J. Montes, investigador cuyo tesón y abnegación permitió la reedición de los testimonios recabados en su día por Tomasa Cuevas, ahora corregidos, completados y convenientemente impresos en una sola obra: Testimonios de mujeres en las cárceles franquistas, editados por el Instituto de Estudios Altoaragoneses.
Abril, pocos días después de celebrar el 74 aniversario de la proclamación de la II República, se presentó solemnemente en el lugar que se merece tal obra, la Biblioteca Nacional.
Acompañado de la directora del centro, Rosa Regás, de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, la directora de la UNED, Araceli Marcia, y de una de esas mujeres, Manolita del Arco. Recordó Rosa Regás que las mujeres fueron las grandes olvidadas en la transición, cuando paradójicamente ellas sufrieron en primer grado la represión franquista. «No se trata de reabrir las heridas, sino de contar la verdad», sentenció.
La vicepresidenta resaltó la importancia de este libro porque «rescata del silencio y la oscuridad la figura ejemplar de tantas y tantas mujeres, su espíritu de lucha y su resistencia, su dignidad inquebrantable. Alguien pudiera decir que se trata de un libro de historia con minúscula, pero lo cierto es que todas sus protagonistas han contribuido pagando con el bien más preciado, con su vida y su libertad, a escribir con letras capitales la Historia de la lucha por la democracia y las libertades de las que hoy gozamos en nuestro país. Su sueño es una realidad compartida. Su sacrificio, su dolor, su entereza deben constituir también un recuerdo compartido».
Jorge J. Montes rememoró lo que en su día narró a MO, cómo se topó con uno de los tres tomos publicados por Tomasa Cuevas hace 20 años, la gran sorpresa al descubrir su contenido, su empeño en reeditar la obra completa al considerar de grandísimo valor los testimonios de más de 300 mujeres que habían padecido la represión, y, cómo no, cuánto le costó convencer a Tomasa Cuevas hasta obtener su permiso. «Sin la ayuda de su íntima amiga, Manolita del Arco, no hubiese sido posible», reconoció el historiador.
¿Quiénes son esas mujeres? Son, citando algunos nombres, María Valdés, Amelia Morales, Margarita Sánchez, María del Carmen Cuesta, Carmen Chinarro, Manolita del Arco, Milagros Querol, Josefina Amalia Villa, Nieves Torres, etc.
Manolita del Arco, un relato en vivo
«Hoy, la mujer en España no tiene toda la libertad que esperaba por culpa de los distintos gobiernos que hemos tenido. Sus reivindicaciones están todavía por satisfacer en su plenitud.
Hoy, los jóvenes y las jóvenes están muy atados por el consumismo. A éstos, muchos de ellos hijos de represaliadas, les han cortado las alas por temor a perder lo que ahora tienen, por el miedo a perder sus trabajos, porque creen que lo que tienen ahora es lo mejor.
Yo no soy protagonista, aunque esté hablando en nombre de todas las mujeres represaliadas. No, las protagonistas son todas las personas que han participado en la lucha contra el franquismo. Yo soy una más».