La primera en subir a la tribuna fue Noemí Martín, quien afirmó que «el PCE se debe adecuar a la realidad política actual y apostar sin equívocos por Izquierda Unida». De paso, «tendemos la mano a todos y todas y a Julio Anguita para que cuente con los miembros de esta candidatura en la elaboración del Manifiesto-Programa.

«Hubiese sido positivo una lista única con una dirección compartida, lo cual no significaría una uniformidad en las posiciones -señaló-. La pluralidad, la diversidad, son características de la izquierda política y aprender a gestionarlas requiere de un gran esfuerzo. El Partido Comunista ha sabido en momentos históricos muy difíciles superar las diferencias. Lamentamos que no haya podido ser -la lista única- La candidatura mayoritaria no es homogénea, sino que conviven en ella dos actitudes que hasta hace muy poco confrontaban tanto en el PCE como en IU. Ahí hay gente que no apoya a Izquierda Unida».

En su opinión, «queremos reforzar este partido, fortalecerlo, pero así no será posible. Lamento profundamente que estemos convirtiendo al PCE en un partido que actúa frente a IU. Espero que sea coyuntural y que se sitúe en la estrategia unitaria».

A continuación, el cabeza de lista, Andrés Hidalgo, atribuyó la falta de entendimiento a la otra parte, «pero no nos ha sorprendido, porque desde que se creó la mesa -la mesa que presidió el Congreso- observamos una actitud excluyente. No ha sido un Congreso de la renovación, sino del apaño».

Definió su candidatura con los siguientes rasgos: «Estrategia convergente de comunistas comprometidos con IU, con esa IU que está en las instituciones y en las movilizaciones. Una candidatura de comunistas que están en el movimiento obrero, donde asumen responsabilidades y que no se quedan en la crítica. Una candidatura que está con los movimientos sociales, que se apoya en comunistas jóvenes de todas las federaciones, donde la mujer asume los mismos espacios que los hombres».

Añadió Andrés Hidalgo, en alusión a las personas de su lista, que «somos la oposición al PSOE, pero somos más que eso: participamos en la derrota de la derecha política, en los manifestaciones contra la guerra, contra el PHN… Buscamos y trabajamos por el giro social a la izquierda del gobierno socialista, Pero no es bueno que nuestra estrategia contribuya a derrotar a este gobierno.».

Y finalizó con los ejes del PCE: comprometido con el trabajo, con el debate en lo interno y la superación del enfrentamiento con IU; resolver las dificultades para gobernarnos a nosotros mismos («que nadie busque confrontación con nosotros porque no la hay»). Un PCE útil, sumando en IU sin perder la identidad comunista, no replegándose ante la dificultad sino abriéndose a lo nuevo.