Primavera de elecciones en España, de intentos de restablecer la Constitución neoliberal en Europa, la izquierda combatiendo el neoliberalismo en las urnas latinoamericanas y el Partido de la Izquierda Europea organizándose en el viejo continente. En casa, el 30 aniversario de la legalización del Partido Comunista de España, y en nuestras vida cotidiana el aumento de la precariedad laboral, que sube como lo hace el endeudamiento de los ciudadanos, una reforma fiscal que hace frotarse el bolsillo a los ricos y engaña con calderilla a los más pobres que no irán a la sanidad privada, ni a la educación privada, ni a jubilación privada…. y que gastan la mayoría de su sueldo en la hipoteca o el alquiler del techo bajo el que duermen . Una reforma, como otras, en desarrollo que diseñadas por el gobierno socialista parecen escritas por el Partido Popular. Paco Frutos desentraña la claves de la realidad en que vivimos y analiza cuál fue el problema de base del fallido proceso de paz de Euskadi y cuáles son las propuestas que en ese y el resto de temas presenta el Partido Comunista de España.

M.O.: Recién llegado de Berlín, donde se ha celebrado una reunión del Partido de la Izquierda Europea (PIE) para planificar su actividad política en 2007. ¿Cuál es su punto de vista sobre la situación de la izquierda europea? ¿Qué conclusiones destaca de la reunión del PIE?
P.F.:
Hablar de la izquierda europea es complejo porque en el concepto de «izquierda europea» hay desde lo más moderado a lo más radical, con distintas tradiciones y culturas. Hablar del Partido de la Izquierda Europea es complejo también, pero menos, y más sencillo de explicar: El PIE está en fase de desarrollo precario, de coordinación de las informaciones y posibles actuaciones a nivel europeo, capaces luego de convertirse en una unidad de acción con seguimiento cotidiano, concreto y fluido de los diversos fenómenos europeos y cómo afectan a cada país. El PIE necesita actuar a nivel europeo y general, en las sociedades, en las instituciones, en los Foros. El PIE no puede ser una coletilla al final de un discurso, sino una realidad política y organizativa operante. Las conclusiones principales se resumen en la resolución aprobada, publicada en M.O. (pag 12-13)

El PIE aprobó realizar su II Congreso en noviembre o diciembre de este año. Para ello hay una primera aportación de Fausto Bertinotti para ir pensando y madurando los contenidos del mismo.

M.O.: Ángela Merkel, desde la Presidencia alemana de UE, quiere relanzar el espíritu de la Constitución Europea rechazada en las urnas francesas y holandesas ¿Cuál es la posición del PCE y del PIE en ese intento de recuperar esa Constitución Europea?
P.F.:
Plantear una iniciativa europea para un proceso constituyente. El proceso constituyente nunca se producirá si no hay una fuerte y permanente movilización de la izquierda social, sindical, cultural y política. O la izquierda se decide a construir la Europa de los derechos sociales fuertes, de la paz, de la democracia participativa y del internacionalismo solidario, o la derecha continuará construyendo su Europa conservadora en lo económico y en lo social, autoritaria en lo político, belicista en lo militar, cobarde en lo político y anecdótica en lo cultural.

Quisiera pensar que exagero, que ¿a dónde vas con esta visión catastrofista?, pero me temo que es muy real y pegada al terreno. No hay ni habrá alternativas fáciles para la izquierda, pero será mejor que se arremangue y trabaje en una línea de cambio, por la salud económica, ecológica y mental de las gentes de cada país y del mundo. No puede continuar el tran tran que, parafraseando a Shakespeare, un descerebrado ciego conduce a varios locos desde la torreta de un tanque.

Volviendo a la pregunta. Merkel quiere que se apruebe la Constitución rechazada en Francia y en Holanda. No es la Constitución que necesita Europa. El PCE quiere una Constitución que recoja lo más avanzado de las constituciones de cada país en derechos y deberes sociales y políticos, en la concepción de la paz y el diálogo en las relaciones internacionales y de la solidaridad y las relaciones solidarias entre los países. El PIE quiere, más o menos lo mismo.

M.O.: América Latina consolida su giro a la izquierda. Los pueblos de Ecuador, Venezuela y Nicaragua han confiado la dirección del país a Rafael Correa, Hugo Chávez y Daniel Ortega. ¿Qué opina sobre el avance de las posiciones de izquierda y ¿Cómo ve el futuro de América Latina?
P. F.:
El avance de las posiciones de izquierda en América Latina y la situación en América del Norte, con un Bush y aledaños en las letrinas morales y políticas, es una situación impensable hace pocos años. En el Sur de América han probado ya todas las recetas neoliberales y han fracasado. Los pueblos y los movimientos de vanguardia que los dirigen han llegado a la conclusión de que con una misma política, por supuesto neoliberal, el resultado será el mismo; pobreza, abandono, violencia, bancarrota social y sumisión humana y política a las fuerzas imperialistas y sus empresas transnacionales y a sus caciques locales corruptos y enriquecidos con la miseria del pueblo.

Por eso en Venezuela, en Bolivia, en Ecuador con carácter revolucionario y en Brasil, Uruguay, Argentina, Nicaragua y otros países, con carácter más moderado pero conscientes de la necesidad de cambios, están constituyendo otra realidad. Esta nueva visión y construcción de América Latina tiene un doble eje: Desarrollo social, soberanía nacional y unidad latinoamericana. Permitidme una licencia que espero que la realidad futura confirme: en América Latina, y espero que tenga fuerte repercusión en la América del Norte, se está produciendo una revolución, que intenta enterrar el pasado y construir el futuro.

La obligación de la izquierda europea es apoyar este proceso, por América y por Europa, dos polos de referencia para un cambio social y político mundial.

Quizás parezca optimista pero os aseguro que soy un pesimista informado que continúa creyendo en la capacidad del ser humano y de los pueblos para transformar el mundo. Nunca sale nada de la quietud de las torres de marfil encerradas en si mismas, sino de las gentes que se mueven, luchan, sufren y pueden hacer triunfar la dignidad y la justicia.

M.O.: En España, ETA nos despidió el año volando el llamado proceso de paz y comenzamos el año enterrando a sus muertos y la esperanza del próximo fin de la violencia. ¿Cuál es su análisis sobre cómo se estaba llevando a cabo el proceso de paz, el atentado, el comunicado de ETA y el debate parlamentario y ciudadano? Y ¿Cuál es la propuesta del PCE para resolver el conflicto?
P.F.:
Estoy harto de que tengamos que gastar tantas energías y ánimos en hablar de ETA, y de su locura política. El llamado proceso de paz empezó mal y va mal, espero que termine mejor. No se puede ir a negociar con una organización terrorista dando a entender que todo es posible, que lo que no han conseguido con los tiros y bombas lo conseguirán en una mesa política. ¿Qué ofreció el PSOE que ahora ETA se lo reclama? Lo que tenía que haber hecho el gobierno discretamente era iniciar conversaciones con una propuesta encima de la mesa: cese del terrorismo por presos, que empezaría en un proceso de acercamiento hasta la libertad de todos. Y la posibilidad de defender en la sociedad, bajo normas democráticas constitucionales, el programa político. Nada más.

El comunicado de ETA me parece de un cinismo espeluznante en el contenido y de tramposo en la forma dando a entender que la culpa de los dos muertos de Barajas y de la destrucción sea el gobierno y España. Si alguien todavía tiene en consideración esta basura argumental es que no tiene arreglo.

El debate parlamentario y la manifestación anterior ponen de relieve dos cosas: la debilidad política del gobierno, que sólo se sostiene por la torpeza política de un PP, cuya filosofía y raíz reaccionaria le impiden la inteligencia más elemental para una actuación basada en un sentido común elemental.

El PCE defiende lo mismo de siempre: fin del terrorismo por presos y la libertad para defender todas las posiciones por Batasuna, o por quien sea, siempre desde la actuación democrática. Vaya, como hace todo el mundo.

M.O.: La reunión de la Permanente del PCE del pasado 11 de enero debatió sobre las iniciativas que el Partido plantea para este año, a la vista de la situación política y social. ¿Cuáles son los puntos candentes que más preocupan al Partido?
P.F.:
La situación política y social es contradictoria, hay cosas que se sostienen y otras que se caen. Todo lo referente a decisiones democráticas como la retirada de tropas de Iraq, una actitud de firmeza frente a la agresión sionista en el Líbano, un trabajo en la zona del Próximo Oriente para que el pueblo palestino sea libre y soberano y pueda vivir en paz, es apoyado y defendido por el PCE. Hay otras cuestiones en las que no estamos de acuerdo, la subordinación a la OTAN y gran parte de la política que destila todavía Bush, y cuya expresión más clara es enviar más tropas a Afganistán.

En otro apartado de cosas hemos valorado políticamente y apoyado determinadas medidas legislativas sobre violencia de género, ley de dependencia y otras cuestiones sociales, aún sin dejar de hablar de la necesidad de que las decisiones sean para potenciar lo público frente a la gestión privada y que cada ley disponga del presupuesto adecuado para poderse desarrollar.

Pero donde somos más críticos es en determinados aspectos, fundamentales en cualquier sociedad, referentes a la economía y a sus consecuencias en la vida de la gente. La economía española se mantiene con crecimientos altos por la especulación inmobiliaria, por la especulación financiera, que hace doblar en pocos meses las acciones de determinadas empresas. Son cosas que alertan sobre posibles caídas espectaculares de la economía. Pero, además, el gobierno del PSOE no ha echado para atrás ninguna privatización del PP o del gobierno del PSOE que dirigía Felipe González. En el caso, que ha hecho verter ríos de tinta, de ENDESA, Gas Natural, La Caixa, EON etc… y otros no tan espectaculares, el gobierno considera que el sector de la energía es estratégico, por tanto debe estar bajo el control público y, sin embargo, lo mantiene privatizado totalmente ¿Qué plantea el PCE? Que la energía sea un sector público en España, a través de empresas unificadas pero diversificadas según el tipo de energía y defender y trabajar en Europa para fuertes y eficaces empresas públicas europeas. Yo no sé ver la diferencia que hay entre derecha e izquierda, entre PP y PSOE en asuntos tan importantes. Como tampoco comprendo que desde la izquierda nominal se diga, como hacen los dirigentes del PSOE, que bajar impuestos es de izquierdas, cuando todo el mundo sabe que una bajada de impuestos general siempre beneficia a los que más tienen, da migajas a los salarios y rentas bajas, y reduce la capacidad del Estado para las inversiones más necesarias de mejora de sanidad, educación, servicios públicos en general e infraestructuras.

Tampoco estamos de acuerdo en la contrarreforma laboral, en la política de vivienda. Hay varias cosas que definen el carácter más social y de izquierdas y la vivienda es una de ellas. La vivienda es un bien de uso, en alquiler o en propiedad. Si no es asequible en ambos casos produce una desestabilización social y se convierte en un instrumento más de mercado, para la especulación y, en muchos casos, la corrupción y las corruptelas.

M.O.: En los últimos informes y valoraciones del PCE, se hace especial hincapié en la situación económica; la política económica de Solbes ha sido tachada por el PCE como continuista del Gobierno Aznar ¿Qué prioridades económicas, sociales y políticas plantea el PCE?
P.F.:
El PCE plantea como prioridades en esta etapa y como contenidos esenciales de la campaña electoral:

a) La más amplia y consecuente movilización social por los derechos laborales y sociales, en especial contra la precariedad en el empleo.

b) La defensa de una educación pública, laica y solvente. Inversiones fuertes para que desde el parvulario se vayan atendiendo las viejas necesidades y las nuevas que surgen por la diversidad cultural y de costumbres que generan los fenómenos migratorios masivos.

c) La denuncia y lucha contra la especulación urbanística y del suelo y contra la corrupción. La corrupción y degradación ecológica, las viviendas multimillonarias, son un peligro para una economía saneada y para la democracia.

d) Inversiones en la sanidad pública que mejoren servicios, tiempos de espera, atenciones preventivas, coordinación de especialidades etc.

e) Desarrollo de las libertades, potenciando desde los ayuntamientos, la democracia participativa y la intervención popular sobre presupuestos y otras cuestiones de interés general, que haga aumentar el conocimiento de los problemas por la gente y contribuya a convertir al votante pasivo, o al abstencionista estructural, en actor activo para cambiar y mejorar la realidad.

f) Y, como siempre, y como cuestión fundamental, la lucha por la paz y contra la guerra, prioridad no sólo porque la guerra es criminal y destructiva, sino, también por los inmensos recursos que a ella se destinan y la destrucción que ocasiona, empobrece y mata de hambre a millones de personas, genera humillación y odio y es camino seguro a la degradación definitiva de la condición humana. Todo el dinero que se gasta en armamento, se use o no se use, la destrucción que genera si se usa. Le resta de inversiones sociales de todo tipo que son necesarias para mejorar la vida de la gente.

M.O.: 2006 fue el año de la Memoria Histórica, el Parlamento aprobó la denominada Ley de la Memoria, con el rechazo de las asociaciones de la Memoria, IU, ERC y también la oposición del PCE ¿Podrías explicarnos las causas?
P.F.:
Porque no anula juicios de carácter fascista que produjeron asesinatos cubiertos por la ilegalidad franquista, porque no reconoce todo el sacrificio de los perseguidos por la derrota republicana, porque con la excusa de no reconocer el pasado se ha imposibilitado la plena restauración de los derechos democráticos de generaciones enteras de hombres y mujeres, cuando durante 40 años el franquismo glosó su alzamiento hasta la saciedad, con la humillación de una parte de la sociedad.

M.O.: El año pasado nos dejó debates arduos sobre leyes tan importantes como la LOU, la LOE, y la Reforma Laboral, la Fiscal y la de Dependencia. Algunas de ellas de avance y otras han sido contestadas por el PCE y amplios sectores de la izquierda ¿Qué valoración hace de ello?
P.F.:
Algunas no avanzan porque no abordan con rigor y profundidad los problemas, como es el caso de la LOE y la LOU. Tantos cambios y en tan poco tiempo degradan una lógica educativa elemental y marean a maestros profesores y alumnos.

Otras leyes como la Fiscal, Laboral etc. son regresivas y conservadoras, las pueden aprobar y explicar el PP, CIU, PNV, PSOE, sin que haya ninguna contradicción porque aceptan las leyes básicas de un neoliberalismo, corregido sólo por algunas medidas asistenciales. Desde el PCE no se apoyarán nunca.

M.O.: El día 9 de abril se cumplen 30 años de la legalización del Partido Comunista de España. ¿Con qué perspectivas aborda el PCE está conmemoración?
P.F.:
A Dios rogando y con el mazo dando. Desarrollar las políticas que hemos aprobado reiteradamente en las decisiones de los órganos de dirección, mejorarlas, organizarlas, mover a todo el Partido para que las ponga en marcha.

Reitero: Movilización por la paz, por el empleo digno, por los derechos sociales, por una democracia viva.

En Mayo hay elecciones: que todos los militantes participen en la defensa de lo que han hecho nuestros concejales y diputados y en la explicación de las propuestas.

Centrar objetivos, propuestas y movilizar a todo el Partido.