Más de trescientas personas abarrotaron el nuevo local central del PSUC Viu inaugurado el pasado 31 de marzo en Barcelona en un acto con un fuerte contenido lúdico-político que resultó una excelente excusa para el reencuentro de comunistas de diversas procedencias y culturas, además de un emotivo agradecimiento y reconocimiento a nuestros camaradas mayores por parte de una nutrida representación de los y las jóvenes asistentes. Tal y como pusieron de manifiesto las breves intervenciones, un nuevo local es una herramienta con voluntad de servir al Partido, pero también a esa amplia izquierda social y política que tiene a Marx como referencia y de la que el Partido es un pilar importante en Catalunya.
Fue un acto entrañable. Allí estaban en primeras personas una muestra cualitativa de la historia del PSUC: Trinidad Gallego, Maria Salvo, Mª Rosa Borràs, Gregorio López Raimundo, Enric Pubill, el camarada Bielsa (compañero de Maria Salvo), Fernando Cerdán… y una representación de los nuevos abanderados del socialismo del Siglo XXI: cónsules de Venezuela y Bolivia, representaciones de Cuba, China, Partido Comunista de Uruguay, AUC, Asociación Pakistaní de Catalunya, Associació Nihao y diversos amigos y amigas de colectivos sociales organizados de países de Sudamérica, África subsahariana, oriente medio y el Magreb.
Durante el acto el PSUC Viu, a través de su Secretario General Albert Escofet, firmó el primero de seis convenios de colaboración con asociaciones de inmigrantes procedentes de China, Pakistán, Senegal, Sahara, Uruguay y Bolivia. En este caso fue con la «Associació Integració Xinesa a Catalunya NIHAO, cuya secretaria, Shasha Zhang, dirigió unas palabras de agradecimiento al Partido.
También nos honró con su presencia una representación cultural de la izquierda crítica e insatisfecha con la evolución de la política políticamente correcta, con quienes compartimos espacios de debate y análisis en relación con estrategias a largo plazo, así como importantes iniciativas movilizadoras mas coyunturales y que ocupan primeros planos de nuestra actualidad: Paz, No a la guerra, derecho a una vivienda digna, el papel de las personas en el mundo del trabajo, etc.
Por supuesto estaba el Partido con una buena representación de todas las comarcas de Catalunya, del Mundo del Trabajo, de la Mujer, de los Movimientos Sociales… y un buen número de amigos, amigas y familiares que junto a nuestros jóvenes de la JC, hicimos pequeñas las dos amplias salas de reuniones y todos los despachos del nuevo local.
En el transcurso del acto se descubrieron dos placas conmemorativas con los nombres de Gregorio López Raimundo (nombre para la sala del Comité Central) y de Trinidad Gallego (nombre para la sala de la planta baja).
La guinda del acto político la pusieron las intervenciones de las representaciones consulares y de la representación de Cuba brindándose a «estrechar los lazos que nos unen».
Gregorio López Raimundo aprovechó su palabra para destacar su satisfacción por ver el crecimiento del PSUC Viu (su PSUC) con una firme e irrevocable voluntad de futuro. Paco Frutos, como Secretario General del PCE, nos arremetió contra la agitación reaccionaria de la rancia derecha española con serias dificultades para aceptar los mínimos de la democracia formal que tenemos, las políticas económicas neoliberales del gobierno de Zapatero y Solbes y sus efectos en el conjunto de trabajadores y trabajadoras, las irresponsables actuaciones de Esquerra Republicana de Catalunya en su disputa de votos «nacionalistas» con CiU ofreciéndole la presidencia del gobierno…..
Por su parte, Albert Escofet inició su discurso con un agradecimiento a todos aquellos camaradas que habían hecho posible, con su trabajo, que la organización del acto fuese un éxito: «Si fuéramos pretenciosos aseguraríamos que el patrimonio político, cultural e histórico del PSUC del 36 tiene un valedor sólido en el PSUC Víu (no hay otro). Sin ser pretenciosos hemos de reconocer que es así. Hoy, gracias a la clarificación ideológica, el hilo rojo de setenta años de historia continúa impulsando y desarrollando la cultura política, el mundo del trabajo, los espacios unitarios, la recuperación de su historia y su concepción de partido de clase y nacional».
Resulta evidente que ese trozo de historia democrática, republicana y comunista presente en el acto y las energías de futuro que allí se expresaron, evidencian una apuesta inequívoca del Partido por esa izquierda transformadora, dinámica, sólida, plural y marxista que no se conforma con instalarse en el marco de lo «políticamente correcto», sino que sus energías empujan en la dirección de la transformación del sistema capitalista.