El trabajo de la Conferencia Intergubernamental (CIG) para redactar el «Tratado sobre el funcionamiento de la Unión» con la colaboración de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo (Andrew Duff, liberales, Elmar Brok, populares, y Enrique Barón Crespo, socialistas) y que se aprobará en Lisboa por el Consejo Europeo la próxima semana nos quiere dar un Tratado que garantice a Europa: «a) más democracia, b) más transparencia y c) más eficacia».

Sin embargo hay que añadir a las críticas que ya hicimos en el número anterior de Mundo Obrero al borrador conocido otras de enjundia. En efecto, enumerábamos en dicho artículo ocho aspectos negativos: 1º) la ausencia de mecanismos participativos democráticos en la confección de este Minitratado, 2º) el camuflaje de la Carta de Principios Fundamentales por dejar de ser elemento constitutivo (ya no hay Constitución Europea) y adoptarse de forma voluntaria por los países miembros, 3º) el mantenimiento del principio de la competitividad en el anexo con fuerza de efecto jurídico obligatorio con lo que sigue el ataque inmisericorde al Estado del Bienestar, a la garantía tanto de la estabilidad del empleo, de las pensiones como de los servicios públicos, 4º) la ausencia de un mecanismo de debate y ratificación popular de dicho Minitratado a través de referenda, puesto que sólo se llevará a cabo por mecanismos parlamentarios en cada país, 5º) la inferioridad en la que sigue estando el Parlamento Europeo, depositario de la soberanía europea a la hora de la codecisión, sin verdadera capacidad de iniciativa, 6º) la incapacidad para hacer frente a los retos de defensa de la naturaleza y respeto al medio ambiente y lucha contra el cambio climático por esa insuficiencia legislativa además de la presupuestaria, 7º) la subalternidad que adoptará la UE frente a la hegemonía de Estados Unidos de Norteamérica en todos los frentes, internacional, de respeto a la legalidad internacional, militar en cuanto la sumisión a la OTAN y al imperialismo militar norteamericano, y 8º) en la imposibilidad de una presencia única en los foros internacionales desbancando así la actual supremacía de Estados Unidos de Norteamérica.

Hay que añadir a estas reflexiones otros seis aspectos negativos como son: 1º) el mantenimiento y refuerzo de los criterios de Maastricht y con ello del papel del Banco Central Europeo en el modelo neoliberal económico de la UE, llegando incluso a «reaccionar ante medidas que puedan distorsionar la estabilidad y la transparencia de los mercados», 2º) el papel poco claro del Tribunal Europeo de Justicia, 3º) el problema planteado por Polonia sobre el recurso al Tratado de Niza para la adopción de decisiones por el Consejo, hay que recordar que a partir del 2014 se quiere que funcione la doble mayoría, 55% de los Estados Miembros y 65% de la población europea, y se pasan de 36 a 87 las materias que se pueden adoptar por mayoría cualificada, 4º) la dimensión exterior europea frente a la globalización neoliberal alineada con el proceso de las multinacionales y de la Organización Mundial del Comercio, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, 5º) la pretensión de separar en el mercado de la energía europeo la propiedad de la distribución (unbundling) para así liberalizar más aún este sector, y 6º) el refuerzo de las medidas represoras ante la inmigración a través del FRONTEX.

Estos catorce puntos negativos motivan una crítica argumentada y frontal al Minitratado y el que llevemos a cabo un esfuerzo extraordinario en el seno de la sociedad, entre las organizaciones que propugnan una Europa Social alternativa «Ora Europa es posible» y sobre todo en el ámbito de los trabajadores, en los sindicatos, a que se levanten voces críticas reclamando una refundación por una Europa Social, de la Paz y del pleno empleo. No nos valen los alegatos del eurodiputado socialista y español, Enrique Barón Crespo cuando indica que «hay dos líneas rojas» para dar el sí al Minitratado, a) salvaguardar «la ciudadanía europea» y b) el mantenimiento de las Carta de los Derechos Fundamentales» puesto que no se corresponden con la analizado por nosotros aquí.

Incluso se llega a decir que tendremos un Grupo de Sabios Europeos que dará su opinión sobre el futuro de la UE antes de las elecciones europeas de 2009 para convencernos del camino de rosas que estamos recorriendo.

* Responsable Europa del PCE