Ha fallecido Mitch Mitchell. Tenía 61 años cuando llegó su final, a principios de noviembre. Muerte natural, según las informaciones. Nada que ver con el desenlace de Jimi Hendrix. Si los menciono es porque Mitch Mitchell fue el batería de la Jimi Hendrix Experience, completada con el bajista Noel Redding. A nadie en la historia del rock se le ha sacado mayor partido que a la corta e intensa carrera del genial guitarrista. Todos los melómanos admiramos a Hendrix. Pocos se acuerdan de Mitchell y Noel. Así es la historia. Los músicos que acompañan a las grandes estrellas pronto se olvidan y sólo los traemos a la memoria en formato de obituario de periódico.
Son los gregarios, los que dan consistencia, los que amasan la harina. Si hablamos del grupo de rock más longevo del firmamento rock, The Rolling Stones, de inmediato dos figuras emergen: Mick Jagger y Keith Richard. Sin embargo, en una etapa concreta Mick Taylor, guitarrista, fue básico en su sonido. Cuando se marchó, contrataron a Ron Wood, el guitarrista de The Faces. Lo mismo podría decir de Bruce Springsteen. Sí, claro, todo el mundo sabe que su banda es la E Street Band. Ahora bien, ¿quién puede nombrar uno solo de sus componentes? O si hablamos de The Doors. Enseguida Jim Morrison acapara todos los focos. Los solistas tienen también su deuda. Elton John le debe la mitad al letrista Bernie Taupin, por citar un ejemplo.
O en España, ¿qué sería de Joaquín Sabina sin su compadre Pancho Varona? De El Último de la Fila sobresalía Manolo García porque era el cantante, mientras que su media naranja, Quimi Portet, se recluía en una esquina del escenario aferrado a su guitarra. Así podríamos continuar hasta el infinito. La música pierde su verdadero rostro cuando nos olvidamos de los gregarios.
Margot Leverett and The Klezmer Mountain Boys
2nd Avenue Square Dance ( Crossroads/Resistencia)
La música klezmer parte de la Europa oriental, nacida siglos atrás entre la comunidad judía para amenizar fiestas y celebraciones religiosas. Con la emigración a los Estados Unidos, el repertorio y el acompañamiento instrumental se amplían y se abren a otros géneros. En el viejo continente, el grupo más significativo es Kroke. En norteamérica, las formaciones klezmer aglutinan más músicos que el clarinete, la percusión y las cuerdas (violín, viola), más el acordeón. Este es el caso que nos ocupa. Un disco muy bien trabajado sobre temas tradicionales arreglados por la clarinetista Margot Leverett y otros de factura original, en su mayoría compuestos por la propia Margot. El banjo aporta el toque bluegrass, el violín traza líneas melódicas siguiendo la estela del clarinete en melodías sinuosas, la guitarra da la pauta al clarinete en bellas baladas, la guitarra eléctrica nos acerca al jazz rock y el tema cantado es de clara sintonía country. El disco gana y gana con cada escucha. Eso sí, hay que saborearlo muy poco a poco.
James Taylor
Covers (Universal)
Sólo hace falta abrir el disco para que el propio J.T. nos explique lo que debemos saber: «He hecho versiones de las canciones de otros desde el principio. Mirando las colecciones de mis canciones, una buena porción de mis éxitos han sido versiones: You’ve got a friend, How Sweet it is, Upo on the roof, Handyman…, de manera que éste no es un camino desconocido para mí. Siempre he pensado que escribir un tema original y reinterpretar uno no propio fueron procesos similares» . Está claro. El estadounidense J. Taylor tiene en este disco la misma voz de cristal de bohemia de siempre. Canta títulos del rhythm’n’blues, del folk rock, de folk sureño, del rock, del pop, del funky-swing. Piezas muy conocidas por estos lares; otras no tanto. Músicos de sobrada experiencia, 12 en total, a los que reúne durante diez días de enero en un granero cubierto y a tocar. Justo como hizo Bruce Springsteen cuando leyó a su manera el cancionero de Pete Seeger. El resultado es muy apetecible. Este hombre sigue cantando extraordinariamente bien, y los arreglos de vientos o de cuerda son una delicia. Por destacar sólo a uno: Andrea Zonn se marca unos solos con el violín como para derretirse. Muy bueno este trabajo.
Tom Petty and the Heartbreakers
Greatest Hits (Geffen R.)
Vasta la producción de este buen compositor, guitarrista y cantante de registros limitados a los que sabe sacar partido. En 1976 edita su primer álbum con su banda de toda la vida, los Rompecorazones. En 2008 se reeditan 18 de sus temas legendarios. Tom Petty forma cuadrilla con grandes del rock del estilo de John Cougar, Bruce Springsteen… Una forma de tocar que rasca, directa, alejada del rock sinfónico de las bandas de esos tiempos o el rock electrónico de los noventa. Fiel a su estilo. Piezas cortas, bien empacadas, nada de desarrollos largos (en sus directos sí alargaba estas mismas canciones hasta triplicar su duración). Luego, al final de los años noventa, levanta el pie del acelerador para hacer canciones pop edulcoradas. Es un clásico del género, y así se lo reconocen sus paisanos estadounidenses con todos los premios que llevan al Olimpo del rock. Al resto de humanos, quizá no nos encandile tanto, pero, ¡al diablo!, también nos encanta.