La actual crisis económica esta demostrando la importancia que el crédito tiene en una economía como la nuestra y los perniciosos efectos que pueden derivarse de un mal funcionamiento de las entidades financieras privadas. La ausencia de liquidez en los mercados y el cierre de las prácticas comerciales, ha provocado el estrangulamiento de la actividad económica, condenando al cierre a muchas empresas viables y aumentando en un volumen y a un ritmo preocupante el número de desempleados.

Ante las ayudas sin condiciones del gobierno a los Bancos con motivo de la crisis económica y la ineficacia -o desinterés- demostrada por éstos para canalizarlas hacia las empresas y las familias, Izquierda Unida pone de manifiesto la necesidad de crear una banca pública fuerte que supla estas carencias, así como configurar también una ‘Banca Mixta’ con capital público-privado a partir de las intervenciones públicas para la reordenación bancaria.

Por este motivo, el pasado sábado 25 de abril, Izquierda Unida celebró una Jornada sobre Banca Pública con el objetivo de intercambiar puntos de vista con distintos movimientos sociales para comenzar a definir un modelo de Banca Pública que sirva de instrumento para el desarrollo de un nuevo modelo productivo y de una respuesta alternativa a la reestructuración financiera con tintes conservadores que impulsa el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.

Tras la presentación de las jornadas por el coordinador Federal de IU, Cayo Lara, y una introducción del Secretario de Economía y Trabajo de IU, José Antonio García Rubio, empezó el debate con la formulación de unas preguntas en torno a dos ejes: El nuevo Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y su relación con los intereses de los grandes sectores financieros; y la estructura y papel de un modelo de banca pública en nuestro país.

La metodología del debate, sin ponencias previas y sujeto a la libre intervención de los participantes, entre los que se encontraban, entre otros, responsables de CCOO, UGT, ATTAC y COPYME, permitió una participación amplia y plural. Una de las conclusiones adoptadas fue la celebración específica de unas Jornadas sobre los problemas de la pequeña empresa y los autónomos y la convocatoria en otoño de una II Jornada sobre Banca Pública para concretar más la propuesta de IU.

Unas Cajas vinculadas al territorio y al servicio del desarrollo regional

Entre los aspectos a destacar de las distintas intervenciones cabría citar: el necesario establecimiento de límites de actuación de negocio para los distintos tipos de banca; la identificación y la incentivación de la buenas prácticas comerciales a través de la puesta en marcha de nuevos indicadores de gestión del sistema financiero; la canalización de los fondos públicos a través de la banca pública; el carácter público y vinculado al territorio y a la economía real de las Cajas de Ahorro, su control por parte del Ministerio de Economía, el aumento de su democratización con una posible participación de las Organizaciones sociales y la exigencia de responsabilidades a sus directivos ante una mala gestión; el fomento de los proyectos de banca cooperativa, ética y solidaria y el cuidado de los autónomos y pequeñas empresas por su gran dependencia del sistema financiero y como potenciales aliados ante la demanda de una Banca Pública.

Izquierda Unida considera clave la vinculación de las Cajas de Ahorro a este proyecto y la conversión del ICO en un verdadero banco público, con sucursales en buena parte de las provincias españolas para aumentar su capilaridad y así acercar el crédito a los ciudadanos sin que tengan que pasar forzosamente por la taquilla de los bancos privados. En este mismo sentido baraja el desarrollo de las agencias financieras y de crédito de las Comunidades Autónomas, la posible recuperación de las fichas bancarias de las antiguas entidades públicas y nacionalizar Bancorreos (antigua Caja Postal).

Por último, IU apuesta claramente por la defensa de la naturaleza jurídica actual de las cajas de Ahorro, del empleo en estas entidades y su vinculación con el territorio, oponiéndose a cualquier atisbo de privatización, así como que el Estado haga valer su presencia en las entidades en las que tome una participación, de forma que fomente la concesión de créditos, y que aproveche las oficinas excedentarias de las fusiones para impulsar la banca pública.

* Economista