El pasado 19 de septiembre, tuvo lugar el coloquio central de la Fiesta del PCE, que con el nombre de «La crisis», reunión en mesa redonda al Secretario General del PCE, Francisco Frutos; al Coordinador de IU Cayo Lara; y al Secretario de Acción Sindical de CCOO, Ramón Górriz.
Frente a un abarrotado recinto, se reunieron cerca de mil personas, en su mayoría cuadros y delegados sindicales del PCE, en lo constituyó el coloquio con más asistentes de toda la Fiesta; expresión de la nueva centralidad política aprobada por el Partido: la del PCE como el Partido de la movilización y la alternativa frente a la crisis.
El eje central de la intervención de Cayo Lara fue el de la necesidad de la movilización. Para el Coordinador de Izquierda Unida, «la superación de la crisis requiere otra política social y económica, una política de izquierdas, para lo que es necesario que el Gobierno central abandone su política actual, y evitar así que siga creciendo el paro y propiciar que se resuelvan los problemas de liquidez de las pequeñas y medianas empresas».
Para Lara «aún hay mucho margen para hacer una política real de izquierdas», si bien aclaró que la salida social a la crisis es una cuestión de «voluntad política», por lo que apuesta por la movilización de los trabajadores y de las trabajadoras, como única forma de parar las políticas sociales y antilaborales del Gobierno y del PP. Movilizaciones en apoyo a una alternativa social a la crisis, que desde IU, debe articularse con todos los sectores sociales y sindicales.
Propuesta alternativa que tiene un eje central, la defensa del empleo y la política fiscal. Para el Coordinador General de Izquierda Unida, «el modelo económico propuesto por el PSOE y el PP han llevado a la actual situación de crisis y paro»; para su superación es necesario, según Cayo, defender una propuesta para crear riqueza y empleo, por medio de una fiscalidad progresiva para «que paguen más los que más tienen», concluyó Lara.
A continuación intervino Ramón Górriz, el cual expuso las líneas de acción sindical de CCOO de cara al siguiente periodo, con especial hincapié en la propuesta de negociación colectiva. Tres fueron las alternativas planteadas por partes del número dos de CCOO.
En primer lugar, Górriz, desgranó la propuesta de Negociación Colectiva, cuyo objetivo «es el desbloqueo de la aplicación de convenios ya acordado en 2008 y que la patronal se niega a cumplir». Además del salario el eje del acuerdo con la patronal tiene que ser la reducción sustancial de la temporalidad del empleo, acabando con la precariedad y la temporalidad que para el Secretario de Acción Sindical de CCOO, es fruto de la irregularidad y de la ilegalidad, «temporalidad que no está sustentada en las necesidades productivas, sino en la profundización de un modelo basado en bajos costes laborales y el fraude fiscal».
A continuación, Górriz, pasó a defender la necesidad del aumento de la protección social y la defensa de una política económica basada en el estímulo a demanda interna. Para el dirigente de CCOO, «para salir de la crisis es fundamental reforzar la capacidad adquisitiva de los trabajadores», lo que pasa por un aumento decidido de la protección social. En este sentido, Górriz reiteraba el desacuerdo de medidas como la aprobada de los 420 euros, «ya que CCOO defiende que sea un derecho subjetivo y universal», afirmó entre aplausos el dirigente sindical. Pero junto a una política que aumente la protección social a los trabajadores y el gasto social, Ramón Górriz defendió una política económica basada en la inversión productiva, «que no sólo se dedique a levantar aceras, sino que se dirija de verdad al cambio de modelo productivo».
En este sentido, Górriz aclaraba que el cambio de modelo productivo «no significa acabar con la construcción y el sector servicios», sino modificar sus planteamientos hacia una orientación social y sostenible, al afirmar que «este país necesita del sector de la construcción, del turismo, de la industria del automóvil y de los sectores productivos, pero no en función de la especulación sino en función de la construcción de una economía productiva». Por último para el dirigente de CCOO, «una salida a la crisis pasa por un nuevo modelo fiscal, que recupere la progresividad», y figuras como el Impuesto del Patrimonio y de Sucesiones.
Intervención que en todo rato fue seguida con aplausos, pero también con consignas favorables a la convocatoria de una huelga general, a lo que el dirigente de CCOO afirmaba: «comprendo lo que estáis planteando, pero es necesario tener en cuenta que no vamos a permitir que la derecha y la patronal nos utilicen como infantería de choque para el regreso de la derecha al Gobierno».
Para terminar intervino el Secretario General Francisco Frutos, el cual abogó por recuperar la ofensiva política desde el Partido. Para Frutos «la izquierda debe perder los complejos e ir a la ofensiva contra la crisis, recuperando la batalla ideológica». El Partido Comunista de España no está por la «refundación del capitalismo», sino por el cuestionamiento del mismo, sustituyendo la propiedad privada de los medios de producción y por el desarrollo económico público en sectores estratégicos, afirmaba Frutos.
Respecto de la huelga general. «Convocar una huelga general no es cosa de consignas, sino que las huelgas se hacen y se organizan.» Para Frutos, «podemos gritar nuestras consignas, pero la huelga solo será posible si se organiza y se prepara, y para eso es necesario el trabajo continuado en las asambleas de trabajadores, en el reparto de propaganda, en el debate con los obreros en los centras de trabajo».
Frutos condenó la estrategia ante la crisis llevada hasta ahora por el Gobierno central, que resumió en tres ejes: «volcar toneladas de dinero público al sistema financiero sin ninguna contrapartida, rescatar los bancos en quiebra para sanearlos con dinero público y devolverlos después al sector privado, y reducir los derechos laborales para que las grandes empresas recuperen los beneficios que se les han reducido con la crisis». La consecuencia de todo ello es menos capacidad de los trabajadores para hacer frente a sus necesidades, y el empobrecimiento social, afirmaba el Secretario del PCE.
Para Frutos, la alternativa debe empezar por una política de potenciación y defensa de los servicios públicos, de elevación de la renta de los trabajadores y la reducción del tiempo de trabajo. Para ello es necesario «la apropiación social de los beneficios empresariales y la decisión democrática de la política económica a través de la planificación», continuó Frutos.
Planificación democrática que pasa por el control público de los sectores estratégicos, para lo cual es necesario «volver a nacionalizar sectores importantes privatizados en los noventa». Alternativa económica que requiere de recursos, por lo que compartió con Cayo y Górriz, la necesidad de una reforma fiscal progresiva en nuestro país, y «la nacionalización de la banca y las aseguradoras», como forma de que el crédito llegue a las familias asalariadas y la pequeña empresa.
Pero Francisco Frutos también recordó que estas demandas pueden parecer «una carta a los reyes magos» si no se producen movilizaciones desde la clase trabajadora. Por tanto, la tarea del Partido Comunista de España consiste en «reorganizar a la clase trabajadora, venciendo la atomización y debilitamiento que el mercado laboral capitalista ha impuesto». «Frente a las batallas politiqueras de PSOE-PP», el PCE, continua Frutos, «defiende una acción política por otra economía no capitalista sin complejos», como único medio de evitar la vuelta del PP por la puerta de atrás, ante la inutilidad del Gobierno Socialista para defender los derechos sociales».