Madrileña de nacimiento, Carmen Rodríguez Campoamor llega con tan sólo 15 años a militar en las JSU de aquel Madrid sitiado en 1937, organización juvenil en la que conocerá al que será el motor de su trabajo político futuro: Simón Sánchez Montero. Pero no fue con él con el que se inicia en la política, sino con su propia madre, planchadora de profesión, que la lleva a las reuniones del PCE con anterioridad. En la JSU conoce a Eugenio Mesón, a Juana Doña y otros líderes de la organización juvenil.

Desde el final de la guerra, y hasta 1963, es detenida en numerosas ocasiones y retenida en la cárcel de mujeres de Ventas y las celdas del edificio de Gobernación y de las comisarías de la policía franquista.

Activa en la labor de ayuda a los presos políticos, de su amnistía, durante la década de los sesenta y setenta, participa del Movimiento Democrático de Mujeres y de la actividad clandestina comunista.

No dejó de trabajar nunca, ha participado en cuantas charlas, actos y foros la reclamaran para recordar y, de paso, dejar testimonio de aquel no tan lejano tiempo de dictadura y represión, del papel tan fundamental que realizaron las mujeres en todo aquello. Por eso es una de las componentes de la exposición pictórica Mujeres Republicanas en la que el artista plástico Javi Larrauri la ha vuelto a juntar con otras tantas camaradas de lucha como lo fueron Manolita del Arco, Nieves Torres, Concha Carretero, Flor Cernuda o Rosario Sánchez “dinamitera”… en esos acrílicos tan bellos como conmovedores.

Carmen nos dejó el pasado 6 de enero y ya está junto a su querido Simón otra vez y será feliz definitivamente. Pero nosotros, sus camaradas y amigos, la seguiremos teniendo tan cerca como la hemos tenido siempre.