Vallecas ha vuelto a estar donde tenía que estar. Tres años después del burdo montaje policial, Alfonso Fernández Ortega, más conocido como Alfon, ha sido detenido definitivamente tras confirmar su condena el Tribunal Supremo, cuatro años de cárcel. Todo ha sucedido en la parroquia San Carlos Borromeo, arropado por familia, amigos y vecinos ante su inminente entrada en prisión. En un desproporcionado despliegue policial de más de diez «lecheras» las fuerzas del desorden se han presentado ante un muro humano de solidaridad, que pacíficamente ha intentado interponerse entre Alfon y la policía.
Vallecas ha demostrado una vez más que la solidaridad de clase, clase obrera, está vigente y cientos de personas han intentado que no se consumara la flagrante injusticia de la encarcelación de Alfon. Al final a pesar de todo, no se ha podido evitar y tras ir quitando la mascara a cada miembro del muro humano, se han llevado a Alfon de la Carlos Borromeo.
La ultimas palabras con su madre Elena han sido: «y todo esto sin haber hecho nada…» No han podido continuar, Elena se derrumbaba al grito desgarrador de «que me lleven a mi», grito que en ese mismo momento, nos ha quebrado el animo a todos, que inmediatamente hemos seguido detrás de la furgoneta que se lo llevaba, y entonces, una vez más haciendo lo que mejor hacen, la policía ha decidido cargar contra un barrio con un único alma, y como única arma su solidaridad.
Ha quedado claro que contra el muro indigno de lecheras que vinieron a por un «terrorista» estaba el muro humano defendiendo a un hijo de la clase obrera, Alfon y con él, el pueblo. Se ha consumado el drama, un escarmiento, en definitiva una injusticia. Por eso tendremos claro que hoy, mañana y hasta que esta pesadilla acabe, su barrio clamará por Alfon libertad y que todos somos Alfonso.