Xavier García es el nuevo Secretario General de Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE), elegido en su XIII Congreso, que se celebró en Madrid a finales del pasado mes de marzo bajo el lema “Por una vida a la altura de nuestras luchas. El comunismo es la juventud del mundo”.
Mundo Obrero: Sobre las cuestiones concretas del debate del XIII Congreso, ¿Cuál es la valoración del debate colectivo y cuáles serían los principales avances de la UJCE tras la clausura del Congreso?
Xavier García: La valoración general que realizamos es que de este Congreso salimos más fortalecidos/as y cohesionados/as. Han sido meses de debate en todos los colectivos de la UJCE que han permitido realizar un análisis certero del contexto en el que vivimos y una estrategia de intervención lo más afinada posible, gracias al intelectual colectivo que conforma el conjunto de la organización, tal y como lo caracterizaba Gramsci.
Si en el anterior Congreso profundizamos nuestro análisis sobre la Unión Europea, en el XIII Congreso hemos reafirmado nuestra apuesta por la salida de la UE y el Euro y la necesidad de llevar este discurso a nuestros diferentes ámbitos de intervención ya que se trata de un tema trasversal. Asimismo marcamos como prioridad en nuestra agenda la lucha y denuncia del TTIP, que se está llevando a espaldas del pueblo y que tendrá consecuencias desastrosas en materia de condiciones laborales, salud y medio ambiente de llevarse a cabo.
Ante el proceso de elitización de la Universidad, que hace que cada vez más jóvenes de extracción obrera y popular no puedan acceder a esos estudios, y sin olvidar el importante trabajo que podemos hacer desde las facultades, nos centraremos en las enseñanzas medias, tanto institutos como centros de FP y nos volcaremos también en la intervención entre la juventud trabajadora. Existe un potencial enorme entre la juventud obrera que hoy en día no está movilizada y como Juventud Comunista nuestro deber es hacerles llegar nuestro mensaje elevando su grado de conciencia y combatividad.
También hemos decidido seguir desarrollando los Comités en el exterior, aprobados en el anterior Congreso, para organizar en los países de acogida a todas/os aquellas/os jóvenes que han tenido que emigrar.
Por último hemos reafirmado que entre el capitalismo y el socialismo no hay ninguna fase intermedia. Por lo tanto si bien nuestro objetivo estratégico es la toma del poder político por la clase obrera y el pueblo, trabajando para la organización de la revolución por la República Socialista, establecemos que la táctica debe caminar por el impulso de un proceso constituyente hacia la República Democrática de carácter antimonopolista y antiimperialista donde construir alianzas para superar el capitalismo.
M.O.: ¿Cuál debe ser el aporte de la Juventud Comunista al Partido Comunista en su funcionamiento cotidiano?
X.G.: La UJCE somos la juventud del Partido Comunista, y como tal, somos los ojos y los brazos del PCE hacia las y los jóvenes. Nuestra apuesta decidida por el fortalecimiento y reconstrucción del Partido pasa por formar a todas las personas que se acercan a nuestra organización, en el marxismo-leninismo y en la práctica diaria, interviniendo en sus institutos, facultades, centros de trabajo y barrios. Esa militancia que a día de hoy está en la UJCE en un futuro formará parte del PCE y nuestro deber es que lo hagan en las mejores condiciones posibles con la responsabilidad de que somos el futuro del Partido y con la mochila de aportar toda la experiencia que hemos adquirido en las luchas con la juventud.
En el día a día nos coordinamos con el Partido en los diferentes territorios, de cara a nuestra intervención en los frentes de lucha, así como en las movilizaciones o en los conflictos obreros que surgen a lo largo de toda la geografía.
M.O.: Entrando a analizar la situación política en el Estado español, ¿Qué análisis realizas con respecto a la crisis estructural del capitalismo que continúa afectando a los sectores populares? ¿Cómo crees que afecta ésta a la juventud en concreto?
X.G.: Si bien la crisis ha golpeado de forma brutal al conjunto de la clase trabajadora y al resto de sectores populares, es la juventud (junto con las mujeres y las/os migrantes) quien más se ha visto perjudicada por las medidas de ajuste que han aplicado el gobierno y la patronal. Es inconcebible que un país donde Amancio Ortega se embolsa más de 550 millones de euros en dividendos, como hemos visto estos días, las y los jóvenes tengamos que estar la mitad en desempleo y la otra mitad con contratos temporales con salarios de miseria. Vivimos en un tiempo en el que el desarrollo de las fuerzas productivas y los avances técnicos y científicos podrían permitir vivir en prosperidad al conjunto de la población, reduciendo la jornada de trabajo para que trabajemos todas/os. En vez de eso, el sistema irracional y destructivo en el que estamos insertos, ha provocado que más de 200.000 jóvenes que se formaron en España hayan tenido que emigrar como antes hicieron nuestros padres y abuelos. Además el alto nivel de desempleo, los bajos salarios, y la carestía en el acceso a una vivienda provoca que solo 2 de cada 10 jóvenes se hayan emancipado de la vivienda familiar, así como el hacer un proyecto de vida o el pensar en tener hijos sea una utopía para muchas/os.
Tras 8 años desde el estallido de la crisis y todas las medidas que se han tomado en beneficio exclusivo del gran capital, debemos ser conscientes que las reformas antiobreras y los planes de ajuste continuarán. Prueba de ella es la insistencia de la Comisión Europea sobre los 10.000 millones de € que el futuro gobierno debe acometer sobre los Presupuestos Generales del Estado. Por lo tanto es necesario pasar a la ofensiva, como ya se ha escuchado a los sindicatos en el reciente 1º de mayo, para recuperar derechos y plantar cara a una patronal que hasta el momento parece insaciable. Esa ofensiva debe de tener como una de sus protagonistas a la juventud, ya que el inmovilismo nos aboca a un presente de miseria y precariedad y un futuro incierto. Si no queremos que la Universidad se convierta en un espacio reservado en exclusiva para la élite que puede permitirse pagar el elevado precio de las matrículas, si queremos tener un trabajo digno, estable y con derechos, si queremos emanciparnos y llevar a cabo nuestro propio proyecto de vida, es necesario que señalemos a los culpables de esta situación y que nos organicemos para poner por encima los intereses de la mayoría trabajadora frente al de la reducida y corrupta oligarquía que se enriquece a nuestra costa.
M.O.: ¿Crees que el grado de movilización y conflicto es óptimo o hay ciertos retrocesos a causa de los procesos electorales? ¿Cuál es la posición de Juventud Comunista con respecto a este escenario?
X.G.: Creo que la imagen que se traslada de que la sociedad española no se moviliza es errónea. En los últimos años hemos vivido tres huelgas generales, infinidad de conflictos obreros, movilizaciones estudiantiles, las mareas por la educación y sanidad públicas y de calidad, las movilizaciones feministas o las Marchas de la Dignidad. Pese a ello es cierto que si bien tras los primeros años de la crisis se produjo una respuesta popular potente y acorde a las circunstancias, en los últimos tiempos ésta se ha reducido. Los factores son diversos y no puede achacarse únicamente a los procesos electorales, si bien la aparición de nuevas formaciones políticas, con un discurso de cambio volcado en exclusiva a lo institucional hizo calar la idea entre buena parte de la población de que existía una posibilidad fácil y no dolorosa, en el marco de la democracia burguesa, de que el pueblo accediera a las instituciones y pudiera cambiar la situación de las capas populares. Desde la UJCE apostamos decididamente por retomar la movilización y por unificar todas las luchas aisladas que se están dando. En ese sentido volcaremos todos nuestros esfuerzos en las movilizaciones que las Marchas de la Dignidad han convocado para el 28 de mayo. Gobierne quien gobierne tras el 26 de junio es necesario tener un pueblo organizado, en los centros de trabajo y en los barrios, tanto para resistir los ataques y recortes que nos quieran imponer como para pasar a la ofensiva y empezar a recuperar derechos. Nosotros/as aspiramos a crear un Bloque Político-Social que se forje al calor de las luchas y movilizaciones y que sea el germen de la verdadera Unidad Popular. Esa tarea corresponde al Partido, y nuestra responsabilidad como Juventud Comunista es dotar a estos organismos de poder popular de la mayor cantidad de jóvenes posibles. La juventud históricamente ha aportado un grado de combatividad y frescura a las luchas que debemos recuperar. Las movilizaciones que se están dando en Francia al calor de la reforma laboral que la socialdemocracia francesa les quiere imponer son un ejemplo del camino que debemos seguir para empezar a conseguir victorias.