El pasado 13 de noviembre se celebró un pleno en Bruselas en el que el eurodiputado de Izquierda Unida Manu Pineda, en nombre del Grupo de la Izquierda Unitaria Europea / Izquierda Verde Nórdica (GUE/NGL), solicitó la modificación del título del debate que había previsto sobre la situación en Bolivia. Este debate venía precedido de una petición del Grupo Popular de la Eurocámara, del cual forma parte el Partido Popular Español, antes de las elecciones que dieron la victoria a Evo Morales. Después de que la oposición, apoyada en los militares y la Policía, forzara a Morales a abandonar el país y pedir asilo político en México, Pineda solicitó a la Cámara que el debate se llamara Situación en Bolivia tras el golpe de estado.
El GUE/NGL perdió la votación ya que los miembros del Grupo Popular de la Eurocámara, el de los Liberales -en el que se encuentran Ciudadanos o el PNV-, y la mayoría del Grupo Socialdemócrata -con varios votos del PSOE español-, prefirieron que se obviara la expresión golpe de estado.
Lo que puede parecer una anécdota, una votación por el nombre de un debate, después se convirtió en algo más grave. La mayoría de la Eurocámara, con el PP y los eurodiputados de VOX al frente, hicieron todo lo posible para negar la evidencia. Como explicó Pineda durante su intervención: “Cuando los militares ordenan al presidente, elegido por el pueblo en las urnas, dejar su responsabilidad, eso es un golpe de estado. Cuando la oposición, apoyada en la Policía y el Ejército, persigue a los dirigentes y militantes del partido del Gobierno que acaba de ganar las elecciones, eso se llama golpe de estado”.
Como cada vez que hay un debate sobre América Latina en el Parlamento Europeo, los grupos más conservadores y reaccionarios de la Eurocámara retuercen el lenguaje y la realidad para defender a los suyos, llegando incluso a acusar al propio Evo Morales de haber dado él un golpe de estado. Pineda, consciente de la tensión máxima que se vive en el país, ya que participó en una misión de acompañamiento electoral durante las votaciones, pidió a la Unión Europea que abriera sus embajadas “para garantizar la seguridad de los miembros del Gobierno saliente y de todos los altos cargos de las instituciones” del Estado plurinacional de Bolivia que han tenido que exiliarse ante la violencia desplegada por el Ejército, la Policía y la oposición golpista.
Defensa del territorio sobre la minería salvaje
La portavoz de Izquierda Unida en el Parlamento Europeo, Sira Rego, se reunió en Bruselas a mediados de noviembre con representantes de varias plataformas y asociaciones vecinales gallegas que han denunciado ante la comisión de Peticiones de la Eurocámara varios proyectos mineros en la provincia de A Coruña que amenazan gravemente el medioambiente.
Durante la pasada campaña electoral, Rego visitó una de esas minas en cuestión, la antigua mina de wolframio en la localidad de Lousame. Este complejo fue tomado por los nazis después de la Guerra Civil con el visto bueno del franquismo, ya que abastecía al régimen de Hitler de un mineral muy preciado para reforzar el blindaje de sus tanques. La mina está cerrada hoy en día, pero la balsa donde se acumulan los residuos no ha sido recuperada y tiene fisuras. El resultado es que el ecosistema acuático que la rodea está contaminado por metales pesados y la Ría de Noia corre un grave peligro. La eurodiputada de IU se ha comprometido a pedir formalmente el envío de una misión de parlamentarios a Galicia para analizar sobre el territorio el impacto de este tipo de minas.
Rego se desplazó también a Extremadura durante la campaña y tuvo la oportunidad de visitar el proyecto de mina de Litio que pretende desarrollar en Cáceres una multinacional australiana. El litio va a convertirse en un mineral clave en los próximos años ya que es la base de las baterías de los coches eléctricos. Sin embargo, el impacto sobre el medio ambiente, sobre el medio rural y su bajísima repercusión sobre el empleo, hace que esta actividad depredadora y extractivista suponga un serio desafío para el Estado español en los próximos años. Solo en Extremadura hay en la actualidad 239 proyectos de este tipo en marcha.
En los últimos meses Rego ha ido recopilando información sobre este tipo de multinacionales que están abriendo minas o investigando yacimientos desde Huelva a Galicia, pasando por Extremadura y Castilla y León, hasta llegar a Cantabria. Todas ellas a cielo abierto y con claros objetivos especulativos, y se ha mostrado firmemente comprometida en trasladar todos y cada uno de los casos a Europa para poner freno a una industria que pretende abrir en canal nuestro territorio.
A la mesa con el negociador del Brexit
A finales del mes de noviembre, en Estrasburgo, la eurodiputada Sira Rego mantendrá una reunión con Michel Barnier, el jefe negociador de la Unión Europea para el Brexit. Rego analizará la situación actual de las negociaciones y, en especial, lo que va a suponer la salida del Reino Unido para Andalucía y el campo de Gibraltar. Los derechos de las 15.000 personas que atraviesan a diario la valla no se han visto protegidos en las negociaciones con Londres y Rego exigirá una solución para una de las zonas con mayor tasa de paro y pobreza de Europa.