En esta historia de amor, que es la desgracia para la gente más humilde de Extremadura, hay un hilo conductor llamado PSOE. Aunque la historia es antigua, los capítulos más apasionados de este romance saltan este verano con el escandaloso vaciado de los pantanos por parte de Iberdrola para producir energía hidroeléctrica muy barata que luego venden a precio de oro. Ante esta desvergüenza mayúscula, el PSOE no tiene más remedio que aparentar una supuesta preocupación por el expolio que estaba sucediendo.

La respuesta no se hizo esperar y Unidas por Extremadura -la confluencia en donde se integra IU en la región- inició los trámites parlamentarios para solicitar la creación de una comisión de investigación no permanente en la Asamblea sobre la gestión de los embalses que abastecen a Extremadura. Según la Portavoz de Unidas Por Extremadura, Irene de Miguel, “es necesario depurar las responsabilidades sobre lo que ha pasado en los embalses extremeños este verano, tanto en el embalse de Valdecañas como en el de Alcántara”.

La cuestión no era para menos, Iberdrola había realizado desembalses salvajes que habían bajado tanto el nivel del agua que comprometieron el abastecimiento tanto para el consumo en los municipios aledaños como para el agua necesaria en la ganadería y agricultura de varias zonas de la región. Pero la petición no llegó a materializarse por la oposición del PSOE y del PP que una vez más vuelven a posicionarse con las eléctricas.

Ante el cuestionamiento social y la presión que ejerce Unidas Podemos, Iberdrola continúa con su pulso contra el gobierno. Amenaza con cerrar las centrales nucleares de la noche a la mañana y comienza a paralizar las inversiones en energías renovables. Acto seguido y como guinda del pastel -por ahora- la empresa ficha al dirigente socialista madrileño Antonio Miguel Carmona como nuevo vicepresidente de Iberdrola que, tal como definió Sira Rego, portavoz federal de Izquierda Unida es “un ejemplo más de ‘puertas giratorias”, destacando lo “obsceno” que resulta que se den este tipo de casos, ya que “vemos una relación directa entre la garantía que se ha dado históricamente en nuestro país a los intereses del oligopolio con gentes que antes han estado en la política”.

LA BUITRERA

Como hablamos de Extremadura, hay que dar un nombre y unos apellidos: Manuel Amigo Materos. Este oscuro personaje es conocido como “la mano derecha de Ibarra”. Entró en la política regional en 1987 como Director General de la Consejería de Presidencia y luego ocupó, sucesivamente, los cargos de consejero en Presidencia y Trabajo (1989-1993), Economía y Hacienda (1993-1999), Economía, Industria y Comercio (1999-2003) y Economía y Trabajo desde 2003 hasta 2007. Fue diputado del PSOE en la Asamblea de Extremadura durante dos legislaturas y desde el 2010 es consejero de la eléctrica.

Pero no es la única coincidencia del PSOE de Extremadura con Iberdrola y para ello hay que ir a la prensa del corazón. Cuando se casó el hijo de José Ignacio Sánchez Galán – presidente de la compañía- en Ciudad Rodrigo tuvo como invitado a Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta de Extremadura.

Es imposible no acordarse de la boda de la hija de Aznar para recordar que las personas que asisten a este tipo de eventos de la oligarquía no lo hacen por coincidencia.

Total que así se cierra esta bonita historia de amor: una empresa que dispone a su antojo del agua de Extremadura, una administración regional que no ve ningún problema y que se niega a que se investigue, un alto cargo del PSOE de Extremadura que lleva una década en las altas esferas de Iberdrola y una invitación de una boda que certifica todo lo anterior.