Arranca el V Festival Internacional de Cine por la Memoria Democrática. Durante tres días, la Cineteca del Matadero de Madrid proyectará los cortos seleccionados entre los casi 2.500 recibidos en esta última edición, con una amplia participación de cineastas menores de 35 años. Las obras podrán verse a través del canal de YouTube de FESCIMED.
Las sesiones del viernes 10 y del sábado 11 irán acompañadas de un coloquio sobre campos de concentración, con la proyección del documental Los últimos españoles de Mauthausen y del resto de los campos nazis, de Carlos Hernández; y sobre migración y exilio, con el documental de Celia Novis Once upon a place, Premio a la Mejor Película española del Festival de cine por Mujeres de Madrid y Mención especial del jurado en el Festival de Cine invisible de Bilbao.
El domingo 12 será el acto de clausura con la entrega de premios. Son documentales y cortos de ficción que reivindican el deber de la memoria de dar a conocer y transmitir lo que pasó. Para que no se olvide.
Esta iniciativa surge de la Asociación Cultural Arte y Memoria, un colectivo social formado por profesionales de diferentes ámbitos y disciplinas culturales y artísticas: actores y actrices, cineastas, productores teatrales y cinematográficos, fotógrafos, guionistas, escritores, diseñadores… que comparten el objetivo de “preservar la memoria colectiva desde una perspectiva de justicia y solidaridad con las víctimas de las injusticias, de cualquier parte del mundo, a través de expresiones y herramientas que nos proporciona el cine, el teatro, la literatura, la pintura o cualquier otra disciplina artística”, como se autodefinen. Una asociación presidida por la actriz Amparo Clement junto a otras compañeras y compañeros como Carlos Olaya, director del FesCiMed, Gloria Vega, Pilar Sancho, Jaime Ruiz, entre otros.
El objetivo de este Festival es atraer a la gente joven, acercarles y ayudarles a descubrir la memoria democrática. En resumen que haya un relevo generacional.
Así se presentó el festival en un acto conducido por Amparo Climent y en el que participó el Secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López, que habló de la importancia de conocer lo que pasó para que nunca más vuelva a repetirse, alertando del peligro de los brotes autoritarios que amenazan los derechos democráticos. “Hay que reconstruir el pasado pero también reactivar las memorias de la esperanza”, dijo.
El FesCiMed concede un premio a la memoria democrática, que lleva el nombre de Lola González Ruíz, una de las abogadas laboralistas que sobrevivió al atentado de Atocha. El año pasado se lo dieron a Almudena Grandes, cuyo nombre y recuerdo estuvo a lo largo de toda la celebración. Este año se lo han entregado al escritor e hispanista Ian Gibson por su compromiso con la memoria.
Durante estos días veremos historias que rastrean en las sombras y los silencio de un pasado cercano y desconocido. Silencios como el de una abuela taciturna que apenas hablaba; cuando muere su hija y su nieta descubren las torturas, violaciones y la represión brutal que la llevaron a ese estado. O la historia de una foto encontrada en un bolso y que resultó ser el retrato de un represaliado que recupera así su historia olvidada.