Desde que la historia es historia, el boca a boca del pueblo considera que la mentira es el oficio más viejo del mundo. Si duda de la verdad, lea la Biblia y lo verá. Entre Castilla y León: ganó la claridad por su estilo a la hora de exponer problemas de España.

“¡Señor, líbrame de los labios mentirosos
y de las lenguas embusteras!”

Tal y como se desarrolla la carrera de la degeneración política, su mediocridad y despilfarro, mejor será que confiemos solo en el sentido común y en nuestra decisión de compromiso. Teniendo muy en cuenta que la cultura siempre vive bajo el peligro del asedio.

“¡Los labios mentirosos son abominación a Jehová
pero los que hacen verdad son su contentamiento!“

Muchas de las actuaciones que actualmente se llevan a cabo en lo que se denomina democracia, si se hubiesen realizado durante el franquismo se entenderían por normales… En cambio ahora, en esta democracia incompleta, no sabemos cómo explicárnoslo nosotros mismos.

“Solo el de conducta intachable,
que practica la justicia
y de corazón dice la verdad,
que no calumnia con la lengua,
que no le hace mal a su prójimo
ni le acarrea desgracias a su vecino”

Nos ha dicho su último adiós un creador genial de fino humor crítico. Camilleri es el escritor que ha logrado plasmar en sus novelas policíacas la agudeza, el ingenio y la denuncia de lo que se amasa en el nauseabundo mundo de la corrupción de las mafias y la picaresca siciliana. Una fortuna literaria que permanecerá con nosotros.

Porque:

“El que quiere amar la vida
y ver días buenos
refrene su lengua del mal
y sus labios no hablen engaño.
Apártese del mal y haga el bien.
Busque la paz y sígala”.

No apruebo la lectura entretenida si es vulgar. Lo que justifican porque “es lo que le gusta leer a la mayoría”. Esto no significa que el género literario no pueda ser entretenido, todo lo contrario, pero teniendo muy en cuenta que el entretenimiento no reste calidad literaria.

Sin imaginación no existe el riesgo y la vida es puro rubor dependiente de un botón de mando. Sin riesgo no existe el futuro sobre el filo de una navaja. Y la vida apenas si tiene sentido por lo aburrida que resulta.

No seamos ingenuos, la peor droga que puede padecer una sociedad es verse atrapada por el asfixiante terrorismo de la corrupción y la mediocridad. Generan la adicción que conduce al desatino de la avaricia y a la ruina de un pueblo sometido al azote de la publicidad consumista.

Escritor y comentarista literario